“No se os autorizará a entrar en los estadios de la UEFA Eurocopa-2016 con vuestro gallo Balthazar. Por simpático que sea, la presencia de vuestro gallo os colocaría en una situación delicada ante los equipos de seguridad”, indica la carta oficial de la UEFA, leída a la AFP por el propio Clément Tomaszewski, un simple aficionado que se ha convertido en un icono del fútbol francés.
La misiva, que le amenaza con la expulsión del recinto y con la prohibición de acceso en caso de insumisión al reglamento que prohíbe la presencia de animales en los estadios, fue recibido como un duro golpe por Clément, a su regreso de Nantes, donde vio a Francia en un amistoso. “Tengo 68 años, es mi sexta y última Eurocopa”, señala.
Clément Tomaszewski se hizo famoso en el Mundial de julio de 1998, con su gallo, ante las cámaras de todo el planeta. “Estoy muy enfadado”, dijo, recordando que fue uno de los invitados de honor en la reciente inauguración del museo de la FIFA en Zúrich, donde cuenta orgulloso que hay expuesto un retrato suyo con el gallo. “Me dicen que mi gallo forma parte de la leyenda, pero me prohíben llevarlo”, constata el hincha, que no se plantea dejar al ave en casa.
“Balthazar estará presente en todos los partidos de la Eurocopa. Si no puede entrar, yo tampoco entraré”, avisa el aficionado, que tiene entradas para los siete potenciales partidos de Francia. Clément tiene pensado viajar el 8 de junio a París en tren y luego ir a pasear a los Campos Elíseos con su gallo. En el pasado, ’Clément de Antibes’ no pudo entrar con el gallo en estadios extranjeros y fue expulsado de hoteles por el canto del animal a primera hora de la mañana.