Así informó la web del diario Blikk.
La Asociación de Ornitología y de Protección del Medio Ambiente de Hungría (MME), que había anillado al animal y colocado el geolocalizador, ha anunciado que “las autoridades egipcias analizaron el caso y declararon que el ave no significa un peligro de seguridad nacional”.
Ahora la cigüeña tendrá que apresurarse, ya que ha acumulado varios días de retraso frente a sus compañeros en su viaje estacional hacia el Sur.
El ave fue apresada en Qena, a unos 420 kilómetros al sur de El Cairo, por un vecino que, al ver el dispositivo en la espalda de la cigüeña, pensó que se trataba de un aparato de espionaje e informó a las autoridades.
MME reconoció a la cigüeña gracias a la fotos publicadas en la prensa y se puso en contacto con las autoridades egipcias para aclarar el asunto y lograr que se pusiera en libertad al animal.