El hombre, esrilanqués de unos 45 años, fue detenido ayer en el aeropuerto internacional de Bandaranaike, próximo a Colombo, cuando se dirigía a la India, afirmó el portavoz de aduanas de Sri Lanka, Sunil Jayarathne.
El portavoz afirmó que pese a lo insólito del escondite, este tipo de situaciones se han convertido en un recurso “común” entre quienes se dedican a este tipo de tráfico ilegal.
“Hay varios métodos que se usan y ocultar contrabando en el cuerpo del traficante se ha hecho común en los últimos años”, reveló.
Según Jayarathne, entre el oro decomisado había cuatro pequeños lingotes de ese metal precioso y ocho piezas de joyería, dos de ellas de oro blanco.
La Policía, concluyó Jayarathne, puso en libertad al traficante tras pagar una fianza de 660 dólares, que en la mayoría de los casos suelen estar vinculados con bandas ilegales de la isla, de las que “no saben mucho” o se niegan a “dar detalles” al ser arrestados.
Las autoridades de aduanas de la isla han cifrado en 44 los casos de decomiso de oro en los aeropuertos de Sri Lanka en lo que va de año, metal que llega habitualmente de Dubái o Singapur, donde es “muy barato”, con destino al mercado local o la vecina India.