“Mucha gente las utiliza, pero también son muchas las personas que no las usan”, lamentó la concejala.
Debido a las crecientes quejas de los vecinos por el estado de sus calles y parques, el Ayuntamiento se vio obligado a contratar a detectives para “cazar” a los infractores.
Según explicó la responsable de limpieza, los detectives informan al ayuntamiento de sus pesquisas con apoyo de grabaciones y fotografías, así como con información de dónde viven los “culpables” de la presencia de excrementos o sobre el coche en el que llegaron. Y es que “algunas de esas personas no son del municipio y sólo vienen aquí a pasear a su perro”, señaló Martel.
Los detectives han sido contratados los últimos tres años en campañas de 15 días o un mes, y la última vez que actuaron, quince personas fueron multadas bien por tener los perros sueltos o por dejar los excrementos en la vía pública.
“Las sanciones oscilan entre los 30 y 3.000 euros”, de acuerdo a otras posibles infracciones de la normativa sobre perros, como llevarlo sin bozal o si es de una raza peligrosa, agregó la edil.