Según informó hoy la agencia Belga, la correspondencia incluía todo tipo de documentos, desde tarjetas navideñas a cartas enviadas por niños en campamentos de verano.
El hallazgo fue “accidental”, ya que se produjo durante un registro de la policía en el domicilio del cartero, por motivos ajenos a los hechos conocidos hoy. El portavoz de la empresa belga de correos Bpost, Fred Lens, explicó que el cartero habría incurrido en “al menos” tres faltas profesionales, “la retención, la apertura y el robo de correo”, actuaciones que se sancionan siempre con el despido inmediato.
Bpost aseguró que está intentando hacer llegar a sus destinatarios las cartas encontradas, algo que no es posible en todos los casos, dado que no se conservan todos los sobres. El comportamiento del cartero se remontaría a “los últimos meses”, según reveló la televisión pública flamenca VRT.
Se desconocen los motivos que empujaron al trabajador a actuar de esa manera.
El portavoz de Bpopst indicó que el cartero habría confesado lo hechos a la empresa a finales del mes de julio, después de que la policía encontrara en su casa las cartas sin repartir, y dijo que este tipo de casos es infrecuente.
La empresa belga de correos hizo hincapié en que, desde su formación, el personal que trabaja en ella es informado de la importancia de la inviolabilidad del correo y de que los comportamientos contrarios se castigan con el despido.