Felipe de Bélgica, la reina Matilde y su familia abandonaron el aeropuerto militar de Melsbroek este sábado a bordo de un falcón militar con destino al país asiático, donde se tomarán unos días de descanso.
El sindicato socialista ha lamentado que el rey Felipe recurra al uso privado de la aeronave del Ejército para un desplazamiento tan lejano, que además obligará a mantener al avión y a su tripulación en Indonesia durante la estancia de la familia real en sus vacaciones.
Los sindicalistas consideran que Felipe debería asumir los costes de este desplazamiento privado, el lugar de que sean asumidos por Defensa.
La decisión del monarca contrasta con la intención anunciada por el Gobierno belga de limitar los gastos en este tipo de viajes privados del monarca a bordo de aeronaves del Ejército, tal y como ha sido señalado por el nuevo ministro de Defensa, Steven Vandeput.
El diario Het Nieuwsblad ha confirmado con el Ministerio de Defensa su proyecto de limitar este tipo de costes, aunque sin embargo el departamento afirmó que no se comenzarán a aplicar estas políticas hasta 2015, según cita la Agencia Belga.
Por otra parte, el diario recuerda que el rey de Bélgica está obligado a desplazarse en aviones militares por cuestiones de seguridad. Por ello, el sindicato socialista del Ejército reclama que el monarca sea más sobrio a la hora de decidir sus destinos privados o que desembolse de la dotación real que recibe los costes de los desplazamientos.