El arca, una imitación bastante modesta de las de la película “2012”, tiene 21 metros de eslora, 15,5 de manga y 5,6 de altura y le ha costado a su creador, Lu Zhenghai, un millón de yuanes (160.000 dólares, 120.000 euros).
El “Arca de Lu” está ahora en la región noroccidental china de Xinjiang, cerca de Asia Central, precisamente uno de los lugares del planeta más alejados del mar.
Graduado en ciencias y residente en un humilde apartamento de la zona, Lu tiene problemas de falta de tiempo y presupuesto: tras haber invertido dos años en su construcción, reconoce que le hace falta al menos otro millón de yuanes para terminarla.
Lu Zhenghai no es el primer chino que aparece en los medios de su país por creer a pies juntillas las supuestas profecías mayas.
Hace un mes, un empresario del este del país llamado Yang Zongfu presentó otro sistema para “sobrevivir al apocalipsis”, consistente en unas esferas de cuatro metros de diámetro y seis toneladas de peso capaces de acoger personas en su interior y resistir grandes golpes, caídas y cataclismos.
Yang ha recibido varios pedidos de su particular “arca”, que al parecer cuesta un millón y medio de yuanes (unos 240.000 dólares, o 180.000 euros).