El “gaokao”, que dura dos días y ha sido calificado de “mayor examen del mundo”, provoca cada año gran febrilidad en la sociedad china por la dificultad y la feroz competencia que existe en esta prueba.
Un total de 9,42 millones de candidatos se examinan estos días, bajo el estrés y la enorme presión de los padres, y rodeados de miles de policías y vigilantes.
El ministerio chino de Educación prometió concentrar sus esfuerzos en combatir los aparatos de comunicación inalámbrica y las redes criminales que proponen reemplazantes que suplantan a los candidatos reales.
Dos centros de examen de la ciudad de Luoyang pusieron a funcionar un dron capaz de detectar comunicaciones entre candidatos que hayan logrado introducir aparatos de transmisión en miniatura en la sala del examen.
Reputado por su periodismo de investigación, el diario Nanfang Dushibao de Cantón desató la controversia al enviar a uno de sus reporteros a pasar el gaokao en Nanchang (este) con una identidad falsa. El periodista quiso poner en evidencia este tipo de timo en los exámenes, corriente por el hecho de que muchos padres están dispuestos a pagar miles de euros para asegurarse de que sus hijos pasen el test, según el periódico.
Aunque hubo quien alabó la iniciativa el lunes, otros criticaron el método empleado por el reportero.
A quienes obtengan los mejores resultados, se les abrirán las puertas de prestigiosas universidades como la de Tsinghua y la de Pekín en la capital, o bien las de Fudan y Jiaotong en Shanghai.