La concesión de estas becas ha provocado un encendido debate en Sudáfrica, ya que sus defensores ven en la instauración del criterio una legítima defensa de la cultura africana con efectos beneficiosos para luchar contra el contagio del sida y los niveles endémicos de maternidad adolescente que tiene el país.
Por su parte, quienes se oponen denuncian que este parámetro para elegir a los beneficiarios de ayudas públicas vulnera los derechos de las jóvenes y choca frontalmente con el derecho a la igualdad que reconoce la Constitución. De las 113 becas que el consejo de uThukela ha dado este año, que se conceden a alumnos con buenos resultados en los exámenes de ingreso a la universidad, 16 fueron para adolescentes que aún no han mantenido relaciones sexuales “por ser todavía vírgenes”.
Sin embargo, las chicas “deben someterse a controles (de virginidad) cada final de curso si quieren conservar sus becas. Si pierden su virginidad les quitaremos la beca”, afirmó el portavoz del consejo, Jabulani Mkhonza. La casa del rey de los zulúes, Goodwill Zwelithini, ha alabado la iniciativa y ha recordado que la monarquía aboga porque las jóvenes se mantengan vírgenes hasta el matrimonio.
Conocida como Zululandia, la región de KwaZulu-Natal es patria del pueblo zulú, mayoritario en Sudáfrica y muy apegado a su cultura y sus tradiciones. La casa real zulú está reconocida por la Constitución por la Constitución como el resto de monarquías tradicionales, y tiene gran influencia entre los miembros del pueblo zulú, especialmente en zonas rurales.