Sin embargo, el chef Juan Licerio Alcalá los utilizó para crear el taco más caro del mundo, que cuesta 25.000 dólares... y aún no ha encontrado comensal.
Manjar popular que se come con las manos, los sabrosos tacos se sirven en todo México a base de ingredientes sencillos y con precios muy asequibles. Pero Licerio, chef del hotel Grand Velas de Los Cabos, un balneario de lujo en Baja California (noroeste), explicó a la AFP que decidió romper los moldes.
“La gente está emocionada y un poco sorprendida de cómo llegar a comer un taco de 25.000 dólares (497.000 pesos mexicanos), cuando puede encontrarlo en la calle por 10 pesos. Entonces uno explica la delicadeza, la técnica y la armonía que llevamos en el platillo, y lo vale”, asegura.
El manjar está compuesto de langosta, ternera kobe, caviar beluga y trufas negra y blanca, servidos sobre una tortilla de maíz que incluye láminas de oro de 24 kilates. Se adereza con una salsa a base de chile morita y café de civeta, un animal que procesa las bayas en su aparato digestivo dándole un sabor característico al grano.
Sin embargo, una semana después de haber sido incluido en el menú ningún cliente lo ha ordenado todavía, reconoce el chef. Aunque asegura que muchos han mostrado interés, principalmente clientes estadounidenses a quienes les gusta “irse a los extremos”.
Ordenar el taco más caro del mundo tiene su particularidad. Se debe hacer previamente un depósito de 12.500 dólares y después elegir dónde se servirá el plato, ya sea en la suite presidencial, en medio del desierto y rodeado de motocicletas o al momento de pedir a alguien en matrimonio.
“Nosotros nos ajustamos al huésped”, afirma Licerio.
Para bolsillos sin límites, el taco puede ir además acompañado de una bebida especial: un tequila “Pasión Azteca” , cuyo precio alcanza los 150.000 dólares por botella.