Conocido como el “ Festival de la carne de perro y los lichis ” (fruta china de pulpa blanca) , el evento en Yulin se celebra de acuerdo con el calendario lunar y tiene como plato principal la carne de perro “a la cacerola” , junto a los lichis de temporada y el licor de grano.
Los pobladores de Yulin mantienen la idea de que “que si en verano se come carne de perro, el viento del oeste cambia de ruta y se va" ; es decir, que gracias a esta carne se logra evitar la “invasión” de las enfermedades.
Este año el festival ha avivado el debate entre los internautas chinos y el activismo de las asociaciones protectoras de animales, una veintena de las cuales ha emitido un documento conjunto urgente para pedir la prohibición del consumo de esta carne.
Entre estas organizaciones se encuentran el Centro de Investigación para la Protección de los Animales de la Universidad de Ciencias Políticas de Xibei y la Asociación de Protección de los Animales Pequeños de China.
El documento denuncia la matanza de perros para el festival y un mercado negro de esta carne, además de graves deficiencias en la inspección y cuarentena, por lo que demanda al Gobierno de Yulin que “cancele el festival, disminuya o limite el consumo de esta carne”.
El debate se extiende a las redes sociales chinas, en las que las opiniones están dividas entre aquellos que consideran que no hay nada malo en preservar esta tradición y quienes están en contra del consumo de carne de perro.
Los que se oponen consideran que el consumo de esta carne es brutal e inhumana, mientras que los que apoyan el festival igualan la ingesta de esta carne con la del pollo, cerdo, o res.
“Comer carne de perro es una costumbre alimenticia entre los ciudadanos, no es ilegal y no tiene relación ni contradice la moral” , opinó por su parte el subdirector del Centro de Investigación de la Cultura y Costumbres de Guangxi, Xie Pingxiang, según la agencia oficial china Xinhua.
Un funcionario de la ciudad de Yulin declaró, por su parte, que hasta el momento no existe ningún documento para prohibir el consumo de carne de perro y agregó que “cambiar una costumbre de miles de personas necesita tiempo”.
Según los medios chinos, desde hace varios días en los mercados de Yulin se pueden ver filas de canes sacrificados y carne de perro cocida, que se vende, por kilo, en torno a los 60 yuanes (9,7 dólares, 7,50 euros) .
“Estos días han venido varios oficiales a inspeccionar el estado de la carne, pero no he escuchado que se vaya a prohibir su venta. La costumbre de comer carne de perro tiene muchos años. ¿Cómo podrían acabar con ésta?” se preguntó una vendedora de carne de perro en Yulin.
Para el sociólogo de la Universidad de Pekín Xia Xueluan, esta tradición alimenticia “se debe tratar con mucho respeto” y lo que se debe de evitar “es el conflicto, o los casos que vayan contra la higiene pública o la seguridad alimentaria, entre otros”.
La Asociación de Protección de los Animales Pequeños de China consideró que el festival “no es adecuado para el respeto a los seres vivos que tiene el mundo actual” que, según sus cifras, ha prohibido el consumo de carne de perro, gato y de otros animales de compañía en más de cien países.
En 2011, la ciudad de Jinhua, en la provincia oriental de Zhejiang, y ante el debate en la opinión pública canceló el festival de carne de perro que celebraba desde hace más de 600 años.
El año pasado el artista chino conocido como “Pian Shankong” fue a Yulin y se arrodilló bajo una fila de perros sacrificados a pedir perdón por lo que considera “un crimen humano”.