Eso relató el diario local Oriental Daily.
La aviación civil china confirmó que la “siesta” de dos responsables del aeropuerto obligó a dar media vuelta en pleno vuelo al avión, un Boeing 737 que había solicitado repetidamente permiso para aterrizar pero no obtenía respuesta.
Finalmente, la luz verde para tomar tierra llegó y se pudo iniciar el descenso, aproximadamente unos 15 minutos después de lo previsto.
Los dos controladores fueron sancionados, así como otros miembros del personal del aeropuerto de Wuhan, una de las principales ciudades del curso medio del Yangtsé.
Al conocerse el incidente (ocurrido el mes pasado, pero del que no se había informado hasta ahora), las autoridades de aviación civil en Hubei, provincia de la que es capital Wuhan, recomendaron que se aumente la formación de los empleados aeroportuarios en cuestiones de seguridad y “se adopten medidas para que el incidente no se repita”.