Paul O’Neill, empleado del parque nacional Nitmiluk, en el Territorio del Norte, se convirtió en espectador del festín el lunes al escuchar los graznidos de alarma de los pájaros. “Primero vi una serpiente, una pitón oliva, pero mirando desde más cerca me di cuenta de que acababa de matar a un canguro joven y se aprestaba a devorarlo”, explicó O’Neill a la AFP. “Es la presa más grande que una serpiente de esta talla puede comer”, añadió.
La pitón medía entre 2,5 y 3 metros de largo. Necesitó unos 40 minutos para tragarse a su presa, mientras que el guardia forestal tomaba fotografías de la escena. “Tuvo realmente problemas para poder tragar la protuberancia del vientre, después el canguro se deslizó”, dijo. “Esta comida le durará entre dos y tres meses”, aseveró.
Según el testigo fortuito, probablemente la pitón sorprendió al canguro mientras comía ciruelas caídas de un árbol y lo mató asfixiándolo. La pitón oliva, una serpiente constrictora, es uno de los más grandes de Australia. Puede medir hasta 4,5 metros de largo y pesar hasta 20 kg. No es venenosa y tiene sobre todo hábitos nocturnos.