Así informó el diario South China Morning Post.
La residentes de la ciudad de Yulin, en la citada región, se vieron sorprendidos al descubrir que los conjuntos de lencería que habían desaparecido misteriosamente de sus casas meses anteriores, aparecieron alineados en el exterior de su complejo residencial.
No obstante, el responsable de este acto no fue el ladrón, sino los investigadores encargados del caso, quienes ordenaron las prendas de ropa interior en el exterior del edificio para contar el número de artículos robados.
Nadie se podía imaginar que el responsable de estos robos fuera un vecino del edificio, cuya identidad no ha sido revelada, que pasó desapercibido durante un año mientras robaba la ropa interior usada de las residentes del edificio.
El informe policial reveló que el modus operandi del hombre consistía en esconder las prendas robadas en un falso techo de las escaleras de su edificio residencial.
El escondite salió a la luz cuando uno de los techos de las escaleras cedió por el peso de la ropa interior y varios conjuntos de sujetadores y bragas cayeron al suelo.
Varias imágenes tomadas por el rotativo chino muestran que el ladrón no tenía una preferencia en particular por un modelo de lencería, ya que sustraía todo tipo de sujetadores, desde los más simples a los estampados o las más sofisticadas piezas de encaje.
Los hurtos de lencería femenina cada vez atraen más la atención de los medios chinos, que son conscientes del aumento de este tipo de delitos en el gigante asiático.
Recientemente, un hombre de 22 años fue capturado un mes después de robar 17 pares de bragas de diferentes mujeres.
El mismo mes en el que se produjo su detención, la policía arrestó a otro hombre por robar y usar ropa interior femenina.