“Solo lamento que, sabiendo que os llaman la tierra del millón de elefantes, el servicio secreto no me dejará montar en un elefante. Pero quizá vuelva, cuando no sea presidente”, dijo el mandatario en el Auditorio Nacional de la Cultura Laosiana en Vientián.
Obama, cuyo segundo y último mandato concluye el próximo enero, tiene previsto visitar mañana Luang Prabang, la antigua capital, donde a media hora de trayecto se encuentra un centro de elefantes que permite montarlos e incluso bañarlos en el rio Nam Khan.
Laos hace tiempo que dejó de contar con un millón de elefantes en su territorio y solo quedan entre 1.000 y 2.000.
La primera visita de un presidente estadounidense a Laos es para participar en las reuniones bilaterales y multilaterales vinculadas con la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que se inauguró hoy y se clausurará el jueves.