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A mediados de los años ochenta, el antropólogo forense Clyde Snow ayudó –con iniciativa de las Abuelas de Plaza de Mayo– a crear el Equipo Argentino de Antropología Forense. Treinta años atrás, Snow “fumaba como un cosaco” y se dedicaba a reclutar jóvenes argentinos para ayudar a identificar restos de fallecidos durante la dictadura argentina (1976-1986), dice Leila Guerriero en un magnífico reportaje llamado “El rastro en los huesos”.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se dedica hoy a ayudar a identificar restos óseos en diferentes partes del mundo, incluido Paraguay. Días atrás, el doctor Rogelio Goiburú –hijo del desaparecido Agustín Goiburú– presentó al antropólogo Miguel Nieva y al genetista Carlos Vullo, del EAAF como miembros del equipo que ayudará a identificar los 23 restos encontrados hasta el día de hoy, todos de desaparecidos durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
El 17 de mayo de 2013, el Ministerio de Hacienda liberó US$ 130.000 dólares necesarios para ayudar a identificar algunos de los restos. El promedio de cada ‘identificación’ es de US$ 6.500. La cifra es insignificante comparada a los gastos que hace el Estado en la reparación e indemnización histórica con las víctimas de la dictadura. El presupuesto liberado es claramente insuficiente para ayudar a encontrar otros restos.
Goiburú es hoy director de Reparación y Memoria Histórica. Él encabeza el equipo que tiene la misión de conseguir material genético de los huesos humanos encontrados, de la sangre de los familiares de los desaparecidos y la dura misión de elaborar un perfil genético de la población paraguaya.
De los 23 restos, ya se elaboró el perfil genético de tres y la identificación estará disponible una vez que se coteje con los datos de los supuestos familiares. La extracción de la sangre a estas personas se hará en locales públicos con materiales especiales. Los argentinos mostrarán a las autoridades paraguayas cómo se realiza este proceso. El material se envía a Estados Unidos y Argentina y los resultados se tendrán en dos o tres meses. Los resultados se publican luego en una revista especializada.