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Cinco personas pueden volver a vivir y otras cuatro mejorar su calidad de vida, gracias a un solo donante y esto ¿por qué? Porque al morir una persona, que sea donante voluntario, entrega cuatro órganos vitales que son dos pulmones, un corazón y el hígado, el cual puede dividirse en dos, para beneficiar a dos personas. Es así que cinco personas pueden volver a vivir.
¿Y por qué decimos que cuatro pueden mejorar su calidad de vida? Es porqué muchas personas viven gracias a máquinas que suplen las funciones de órganos que no son vitales como es el caso de los riñones, cuyas funciones son reemplazadas por una máquina para realizar diálisis. Dos riñones donados, significa dos enfermos renales menos.
El otro órgano no vital pero que puede mejora la calidad de vida es la córnea. Un donante puede ayudar a dos personas a recuperar la vista.
Dos pequeñas niñas ayudaron a despertar en el paraguayo la importancia de donar órganos, una de ellas es Anita Almirón quien murió esperando un corazón, algo que generó en la ciudadanía una frustración.
Y la otra es la bebé Ailana Etcheverry, de un añito, cuya madre, en medio del inmenso dolor de perder a una hija, optó por donar los órganos de su pequeña y permitir así que otro niño tenga una segunda oportunidad de vida. Se trata de Josías Britos Sánchez de dos años que hoy en día sigue en la lucha por vivir.
En este trabajo multimedia se busca dar a conocer sobre la importancia de donar órganos, desde el punto de vista de profesionales médicos y cómo la vida de dos niñas ayudó a que una gran parte del país despierte sobre esta práctica solidaria.