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Los ratones y las ratas domésticas no son trasmisores de enfermedades más peligrosos que los perros, los gatos o los conejos, dice Kerstin Klitzsch, de la Asociación proMaus en Alemania.
Los antecesores del ratón y la rata domésticos provienen de Asia, de la zona de Siberia y de China.
Cuando viven libres en la naturaleza, los roedores hacen túneles bajo tierra. Por eso, cuando los tenemos en casa debemos proporcionarles una jaula en la que puedan tener refugio a oscuras.
"Las medidas mínimas de una jaula para entre dos y cuatro ratas son 80 centímetros de alto, 150 centímetros de largo y 50 centímetros de profundidad", explica Marion Steinbach, de la Asociación Protectora de Animales de Alemania.
Como mínimo, para entre dos y tres ratones hay que tener un espacio de unos 60 por 30 centímetros y una altura de 30.
Para los ratones sirve un acuario o un terrario, pero no debe ser demasiado alto para que el aire pueda circular. Las jaulas de barrotes son más apropiadas, no obstante.
En el caso de las ratas, la distancia entre los barrotes debe ser de 1,5 centímetros como máximo.
A los ratones y las ratas domésticas les encanta también trepar y jugar. Para satisfacer esta necesidad y hacer de su jaula un lugar interesante para ellos, se puede preparar con algún tipo de casita interior de madera, con escaleras y con ramas.
Pero pese a todo, las ratas necesitan salir de la jaula y pasear. Hay que tener cuidado porque porque les encanta eseconderse y desaparecen por los huecos más pequeños.
"La rata de mi hijo se metió una vez en una ranura de la cama y no podía después salir", cuenta Johanna Bauer.
En lo que a la alimentación se refiere, no tienen demasiados problemas. Entre sus alimentos básicos se encuentran las mezclas de cereales y de grano. También comen hojas de lechuga, zanahorias, pepinos, manzanas, fresas o bananas.
"A las ratas también les gustan mucho las patatas, el arroz y la pasta", dice Steinbach. Pero como engordan fácilmente, no deben comer mucho.
Los dientes de los roedores crecen durante toda su vida, por lo que necesitan cosas duras que puedan mordisquear para rebajarlos. "Van bien las ramas o el pan duro", aconseja Kerstin Klitzsch. Y junto a la comida siempre deben tener agua.
En la naturaleza, estos animales viven en familias, por lo que también en casa deben estar acompañados por otros congéneres. En el caso de los ratones, hembras y machos pueden vivir sin problemas juntos siempre y cuando los machos que lleguen nuevos no sean aún maduros sexualmente.
Entre ellos, los machos se pelean. Y tener juntos a hembras y machos sin castrar no se aconseja porque puede haber una avalancha de pequeños roedores. Ratones y ratas pueden vivir hasta tres años.
Quien quiera tenerlos en casa, debe tener en cuenta que son muy activos por las noches. Suelen jugar entonces o muy pronto por la mañana. Si el dueño les presta mucha atención, se harán muy mansos. Las ratas son muy conocidas por establecer una relación estrecha con sus dueños.