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Es importante que el animal pueda hacer pausas cada tanto para tomar agua y estirar las patas, aconseja la organización de derechos de los animales Peta.
Los perros también pueden sufrir mareos durante el viaje. En tal caso, los dueños deben comentarlo previamente con el veterinario, quien podrá recetar algún remedio contra las náuseas a base de hierbas.
En los días de calor además es conveniente dejar una ventana ligeramente abierta para que el coche se ventile.
Una viaje con un perro requiere de otro tipo de organización. Es mejor planificar la ruta por etapas, en las que estén incluidas unas pausas más largas para que el perro pueda moverse y hacer sus necesidades.
Para evitar que se lastime durante el viaje, el perro debe ir en una caja de transporte o estar asegurado con un cinturón de seguridad especial para mascotas. Asimismo, hay que proteger al animal de la luz solar directa para que no sufra quemaduras en su piel.
En el verano generalmente se concentra mucho calor dentro del habitáculo, por lo tanto, nunca hay que dejar al animal solo en el automóvil durante alguna parada.