Cargando...
En el rastreo, el perro debe permanecer atado. Pero en vez de usar un collar en el cuello, lo aconsejable es ponerle un arnés.
"Eso evita lesiones en la columna", explica Udo Kopernik, de la asociación canina alemana VDH.
Y es que, cuando el can ha encontrado un rastro, tirará con toda su fuerza y sin previo aviso de la correa.
A las razas de caza les encanta especialmente el seguimiento de rastros y a veces no hay casi forma de frenar a los animales.
Llevar atado al perro permitirá además que el dueño pueda corregirlo si en algún momento pierde el rastro, indica Kopernik.