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“Limita mucho al gato en sus movimientos naturales”, explica Lea Schmitz de la Federación Alemana de Protección de Animales. Para gatos de interior y que no salen al jardín o al balcón, el paseo con arnés puede ser estimulante.
Es importante que los gatos se acostumbren lentamente al arnés y a la correa primero en la casa. Además, es preferible empezar cuando el animal es pequeño.
Los dueños también evaluar el carácter de su mascota, ya que algunos gatos pueden estar completamente satisfechos con su entorno conocido y protegido y la salida al exterior implica mucho estrés.
Salir a pasear con el gato puede tener sus complicaciones y hay que estar preparado para alguna eventualidad, como por ejemplo, que se suelte de la correa y se eche a correr. Es importante también evitar, incluso con la correa, que el gato se trepe a un árbol, porque existe el riesgo de que la cuerda quede atrapada entre en las ramas.