Los loros necesitan mucha distracción para no sufrir trastornos

Los loros o papagayos necesitan algún tipo de estimulación para mantenerse activos. El aburrimiento puede desencadenar en estas aves trastornos de conducta, como por ejemplo, arrancarse las plumas, gritar excesivamente o agresiones.

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"Estas mascotas tienen un intelecto de un niño de entre uno y dos años", señala Uwe Wulff, de la Fundación de los Loros Grises en Berlín. Por eso, es importante equipar su jaula con suficientes elementos para que el loro ocupe su tiempo.

Hay una variedad de juguetes indicados para tal efecto como cuerdas, columpios, esferas, campanas interactivas o cajas sorpresa, en las cuales se puede esconder la comida para incentivar al loro.

"En la naturaleza, estas aves ocupan unas doce horas por día buscando alimento o volando", agrega Wulff. En cautiverio, por el contrario, la comida está la jaula a su disposición.

Uno mismo puede hacer este tipo de juguetes. "Con un rollo de cocina o un cartón relleno con papel de diario o alguna golosina, el papagayo está ocupado mucho tiempo", asegura Thorsten Rößler, especialista en aves psitácidas.

En el caso de las nueces es mejor ponerlas con cáscara dentro de la jaula. También se puede colocar un pedazo de fruta entre los barrotes.

La creatividad no tiene límites, asegura Frank Eger, poseedor de varios ejemplares. "A veces pongo dentro de la jaula una tapa de una botella de gaseosa y lo primero que hace el loro es raspar su interior. Se divierte mucho tiempo con ello", asegura.

Es muy importante utilizar el material adecuado. Por ejemplo, la madera natural, el sisal, el cáñamo o el acrílico son inofensivos. En cambio con el metal hay que tener cuidado de que no contengan piezas galvanizadas que pueden provocar una intoxicación en el animal, advierte Rößler.

Tampoco es adecuado el uso de algodón ya que puede deshilacharse y las garras del loro pueden quedar enganchadas sin que pueda liberarse. "Muchos loros comienzan a arrancarse las garras o aletean tanto hasta que mueren", dice Eger.

Materiales naturales como el coco o la estopa son más seguros que los materiales artificiales.

Esto también se aplica a las perchas: "No son adecuadas las de madera de contorno regular. Es preferible utilizar ramas naturales y ofrecer a la mascota diferentes diámetros donde apoyarse para evitar problemas en sus patas. Las ramas no deben ser particularmente gruesas o estables ya que en la naturaleza los loros también posan sobre ramas flexibles e inestables, sostiene Eger.

"A las aves les encanta hamacarse, y por eso un columpio en la casa o en la jaula podrá convertirse muy pronto en el sitio preferido del papagayo", apunta Rößler.

"Absolutamente tabú, aunque sigue siendo ampliamente utilizado, son los espejos. Los loros no reconocen que es su propia imagen y piensan que tienen un compañero en la jaula", advierte Eger. El hecho de que no haya una respuesta le puede generar una gran frustración, asegura el especialista.

Dependiendo de su tipo, los loros tienen necesidades diferentes. Por ejemplo, los papagayos grises son tímidos y puede pasar que ni miren un juguete nuevo durante las tres primeras semanas", indica Rößler.

En este caso, los dueños deben tener paciencia y esperar a que la mascota tome confianza. Si uno se apresura demasiado, es posible que el animal tenga miedo y en caso extremo incluso comience a rechazar la comida.

Cuanto más grande y fuerte sea el papagayo, más robusto debería ser el objeto de entretenimiento. Como estos juguetes también se rompen, los artículos deben ser seguros y no tener bordes afilados.

Sin embargo, la defensora de animales Ursula Bauer resume: "El mejor juguete para un loro es un compañero de su misma especie".

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