Cargando...
Si muere uno de los dos, por lo general el dueño no sabe qué hacer. ¿El animal vivo necesita un periodo de duelo o es mejor que pronto tenga otro compañero? ¿Y cómo se encuentra al correcto?
“Los animales que conviven con otro duermen con frecuencia cerca, se limpian uno a otro, luchan jugando y se persiguen”, dice Andrea Müller, de la organización de defensa de los animales PETA.
No es, por tanto, de extrañar que un gato atraviese un duelo cuando su compañero ya no está.
“Algunos dejan de tener apetito o se aletargan”, indica Katrin Umlauf, de la Asociación Alemana de Protección Animal.
Muchos caminan maullando y buscando al compañero. Algunas veces no quieren ya ser acariciados. Otros, por el contrario, reclaman más atención.
Algunas veces hay síntomas corporales: el estrés puede debilitar el sistema inmunológico o precipitar una gripe.
“Si el aletargamiento y la pérdida de apetito se extienden más allá de una semana, es aconsejable llevar al animal al veterinario”, indica Astrid Behr, de la Federación de Veterinarios en Activo de la ciudad alemana de Fráncfort.
Lo mejor es que el dueño dé al gato la posibilidad de pasar un poco de tiempo con el amigo muerto. “Si el compañero desaparece de golpe, el animal no sabe qué ha pasado y lleva el duelo de manera más intensiva”, explica Umlauf.
La duración del duelo depende de cuán estrecha era la conexión entre ambos. “También hay gatos que han convivido más o menos volutariamente y solo se han tolerado”, señala.
Por el contrario, hay casos de relaciones tan estrechas que el gato superviviente lleva el duelo durante meses e incluso años.
Buscar a un congénere es aconsejable en muchos caos. Müller dice incluso que los gatos no deben estar nunca solos, sino acompañados al menos por uno.
“Los dueños deben esperar duelos de al menos tres semanas”, dice Katrin Umlauf.
Los gatos más jóvenes, por lo general, están abiertos a nuevas amistades. Los más mayores, sin embargo, se verán estresados con la llegada de uno nuevo.
“Por ejemplo, hay que tener en cuenta la edad y el temperamento”, añade. Los mayores pueden verse superados por la energía de los jóvenes.
“Cuando se tiene un gato mayor y se adopta uno joven, lo mejor en muchos casos es adoptar dos de golpe”, indica Müller. Así los jóvenes pueden jugar entre sí y dejarán en paz al mayor.
También el sexo de los gatos es importante. “Realmente, encajan mejor dos gatos del mismo sexo. Gato y gato o gata o gata”, explica Katrin Umlauf. Y es que suelen jugar de forma parecida y comparten formas de comportamiento.
Pero como ocurre con las personas, un compañero muerto no se puede remplazar de un día para otro. Y de hecho, dice Katrin Umlauf, nunca debe tratarse de lograr eso.
“El nuevo compañero no debe ser una sustitución del fallecido, sino un amigo nuevo”, añade.