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Los gatos con pelo largo necesitan de más cuidados precisamente por esta característica.
"Naturalmente que los gatos de pelo largo se limpian tanto como los de pelo corto", dice Antje Groll, criadora de gatos alemana. Pero como tienen mucho pelo y este se les hace nudos rápidamente, los dueños deben contar con tener que darles cuidados añadidos.
El cepillado regular es necesario. En razas como los persa, con el pelo extremadamente largo, debe ser algo que se haga incluso a diario.
En el caso de razas de pelo medio, como los gatos de Birmania o de angora, lo recomendable es cada dos días.
"Naturalmente esto también depende de cómo crezca el pelo del gato y de la época del año", añade Groll.
Cuando cambian el pelo, que es en primavera y otoño, los dueños deben cepillarlos con más frecuencia.
Si los dueños no peinan a sus gatos habitualmente, puede haber problemas. El pelaje del gato perderá brillo y se apelmazará. El problema no será solo estético, sino que también puede devenir en un problema cutáneo para el animal.
"Cuando el enredo del pelo se apelmaza y se complica tanto que no deja pasar el aire a la piel, pueden producirse inflamaciones bacterianas, hongos y eccemas", explica Astrid Behr, veterinaria. Además, esto es buena base para pulgas y parásitos.
Hay además otra razón importante para cepillar con frecuencia a los gatos de pelo largo.
"Los gatos se limpian intensivamente y, en esta tarea, su lengua es la que hace de cepillo. De esta forma se tragan muchos pelos", apunta Behr.
Normalmente, los expulsan con los excrementos. Pero como los pelos de estas razas son muy largos, pueden acabar formando una bola que les causará problemas estomacales e intestinales.
Por eso el cepillado debe ser una tarea habitual incorporada a la rutina diaria. Se puede hacer, por ejemplo, por las noches mientras vemos la televisión.
Como los gatos son animales de costumbres, se recomienda hacerlo desde que son pequeños, para que se acostumbren al cepillado.
"Si no, muchos no se dejarán después de mayores y se irán corriendo o incluso reaccionarán de manera agresiva al cepillado", dice la experta.
Además del cepillo y del peine, habrá que usar tijeras u otros utensilios especiales para cortar nudos. Hay que hacerlo con mucho cuidado para evitar herir al gato.
"Si no se trata de nudos individuales, sino que el enredo se ha complicado mucho y es muy grande, lo mejor puede ser rapar esa parte", indica Behr.
Si el animal es de los que tiene paciencia, podrá hacerlo su dueño directamente. Pero si no es así, lo mejor será ir al veterinario para que lo haga en la consulta.
Rapar, no obstante, debe ser solo una solución en casos de extrema necesidad, ya que es algo que estresa mucho a los gatos y con la piel tan fina que tienen, pueden producirse heridas.
Bañar al gato es también un solución de extrema necesidad. "Muchas personas lo hacen regularmente para que el pelaje de sus gatos este sedoso y esponjoso, pero esto es innecesario", dice Groll.
Basta con peinar al animal. Y si el pelo en algún momento está grasiento, bastará con echar un poco de polvo de talco para bebés o usar champú seco para gatos.
A la bañera hay que meter a los felinos solo cuando no se tiene otro remedio, cuando están tan sucios que no hay otra manera de limpiarlos. Porque además de que a muchos no les va a gustar, sino que les estresará, bañarlos puede irritar la piel a la larga.
Lo que sí debe ser parte del cuidado diario es el control y la limpieza de las zonas alrededor del ano. En los gatos de pelo largo, muchas veces quedan ahí restos de excrementos, lo que es no es higiénico y puede además desencadenar inflamaciones.
Los dueños deberán también controlar regularmente si existen cambios en la piel, ya que estos, cuando hay tanto pelo, no son fáciles de ver.
Los persas y otras razas de pelo largo no son, como muchos dicen, más propensos a las enfermedades ni tienen una vida más corta. Lo que hay que hacer es cuidarlos.
Sí que hay, no obstante, una diferencia, y es que las razas de pelo largo suelen ser más tranquilas que las de pelo corto.