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“La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria grave en el perro, causada por un parásito (protozoo) denominado leishmania, la hembra es la hematófaga (hábito de alimentación de aquellos que se nutren con sangre)”, según dijo en una entrevista anterior a ABC Color el Dr. Darío Benítez, veterinario.
“La actividad del mosquito hembra se produce al caer la tarde y antes de la salida del sol, es decir, por la noche aprovecha y se alimenta de sus víctimas”, explica.
El especialista indica que “los síntomas principales en el canino ante la presencia de esta enfermedad son: pérdida del pelo, sobre todo alrededor de los ojos, las orejas y la nariz; según avanza la enfermedad el animal pierde peso, incluso puede llegar a presentar anorexia (no come), tiene problemas en los ojos, como conjuntivitis, queratitis y uveitis”.
“Otras señales de alarma son onicogrifosis (crecimiento de las uñas), son habituales además las heridas de las partes del cuerpo que por lo general están en contacto con el suelo”, añade.
El doctor señala que “existen formas de prevención de esta enfermedad, como el uso de pipetas y los collares antipulgas que actúan como repelentes y que son una vía importante para evitar la leishmaniasis”.
Además “se aplica la vacunación a partir de los seis meses de vida del canino, en tres dosis y con un intervalo de 21 días entre cada aplicación. Esto también otorgará buenos resultados como medida de prevención”.
Refiere que “una acción preventiva es el suministro de domperidona como medida para aumentar el número de anticuerpos contra la enfermedad”. Esto genera buenos resultados, según afirma.
El Dr. Benítez indica que “se utilizan productos antimoniales que se aplican en forma parenteral (la vía parenteral es una forma de administrar fármacos mediante la punción) y por varias semanas se suministran alopurinol y miltefosina. Recuerde que cuanto más pronto se diagnostica la enfermedad, mejor se puede controlar la patología”.
“Las mascotas con un buen tratamiento pueden llegar a tener calidad y bienestar de vida, todo dependerá del cuidado que les brindan sus dueños. Se aconseja no sacrificar a los perros sin realizar previamente todo el tratamiento que esté disponible contra esta enfermedad. La consulta temprana ayudará a obtener el diagnóstico y llevar a cabo el tratamiento oportuno”, concluye.