"Un 70 por ciento de las tortugas de tierra, mantenidas como animal doméstico, mueren por una manutención incorrecta", señala Sandra Altherr de la Fundación "Pro Wildlife". Entre las causas más frecuentes figura un terrario demasiado pequeño y una alimentación inapropiada, agrega.

Los dueños subestiman además los parásitos y las bacterias que pueden trasladar estos reptiles al hogar. Especialmente las salmonelas, que se encuentran en las heces del animal, son un problema. El simple contacto ya alcanza para contagiarse, explica Altherr.

Por eso es conveniente saber de dónde proviene la mascota, ya que podría estar infectada con algún patógnos. Para los seres humanos es difícil protegerse, ya que lavarse las manos solo no ayuda. Si el animal se mantiene dentro de la vivienda es suficiente con tocar la alfombra sobre la cual la tortuga ha estado antes.

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