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"Un gato no está hecho para un apartamento", dice Heide Bernauer-Münz, veterinaria. "Se le obliga a llevar una vida que no es óptima para él", añade.
No obstante, también otros animales -y en último término las personas- pasan por ello. Por eso, esta experta en comportamiento animal no se cierra en banda a tener gatos en un apartamento.
"Hay que ver el carácter de cada gato y decidir, tomándolo como referencia, si se le podrá meter en un apartamento", aconseja.
Según la experiencia de Bernauer-Münz, los gatos con problemas de comportamiento son casi siempre gatos caseros.
Muchas veces los dueños subestiman el esfuerzo que hace un gato en un apartamento. A los gatos se los deja demasiado tiempo solos en casa. Está muy extendida la errónea idea de que no les importa, pero muchas veces además tienen poco espacio para jugar o ningún lugar para retirarse tranquilos.
Sobre todo las personas que viven solas y trabajan fuera de casa deberían pensar en tener dos gatos en vez de uno, aconseja Marion Steinbach, de la Asociación Alemana de Protección Animal.
"Cuando están de a dos les resulta menos dificultoso pasar tanto tiempo sin la presencia de personas", indica. Lo que no obstante no significa que entonces uno pueda despreocuparse. "También dos gatos necesitan tener diariamente su tiempo de juego", añade.
Jugar es para todo gato un elixir de vida. "Hay que jugar al menos una hora diaria con el gato de manera intensiva para que se mantenga en forma tanto física como mental", subraya Sigrun Rittrich-Dorenkamp. El peligro si no es que aparezcan alteraciones de comportamiento, dice esta criadora de gatos.
El juego es una sustitución de la caza. Y con ella, el felino se mantiene en forma, entrena los músculos y los sentidos.
"Cuanto más inteligente sea un gato, más sufrirá por no jugar. Como no puede descargar energía de otra manera, se volverá agresivo y dañará muebles, por ejemplo", dice la experta.
Muchos gatos también comen por aburrimiento y esto acaba generando enfermedades.
Rittrich-Dorenkamp aconseja dejar que el gato cace de vez en cuando una "presa". "Se puede esconder pienso o premios de vitamina en un rollo de papel higiénico o en cajitas para que tengan que 'pescarlo'", explica.
Desde hace mucho tiempo existe una disputa entre expertos sobre si es justo mantener a los animales sin posibilidad de que salgan al exterior. Pero tampoco están mejor en pisos de planta baja.
"Un gato que tiene que caminar por la acera tampoco está bien", dice Steinbach. "Necesitan la posibilidad de moverse por un jardín", asegura. Pero en una ciudad, esto es muy difícil.
No obstante, existe la posibilidad de acomodar la vivienda para que nuestro gato esté mejor.
"Árboles con rascadores para trepar, lugares de retiro cómodos en lo posible altos y la separación espacial entre el lugar en el que comen y en el que descansan son necesarios para se encuentren mejor", apunta Rittrich-Dorenkamp.
Quien tenga la posibilidad puede también acondicionar el balcón para el gato. Plantas no venenosas y hierbas olorosas pueden convertirlo casi en un paraíso para el gato.
Hay que pensar también en pasar al menos una media hora haciendo arrumacos al gato. Para el animal es muy importante para sentirse bien y para su salud. "Y para nosotros es un bálsamo para el alma", indica Rittrich-Dorenkamp.