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En cada centímetro cuadrado del cuerpo de un gato hay unos 25.000 pelos.
No es lo único sorprendente en relación con el pelaje de las mascotas. Lo más importante es que este da indicacione sobre el estado de salud el animal.
Los perros tienen como mucho, y según la raza, unos 9.000 pelos, indica Henriette Mackensen, de la Academia para la Protección Animal de la ciudad alemana de Neubiberg, cerca de Múnich. Pero en su caso, hay muchos más tipos de pelo y de colores que en el de los gatos.
El responsable de ello es el hombre: los perros llevan tantos siglos viviendo bajo la protección de las personas que no necesitan ya tener el cuerpo adaptado a un entorno salvaje.
"Los perros no tienen necesidad ya de pasar desapercibidos, lo que se ha notado a la hora de generar nuevas razas", explica Udo Kopernik, de la Asociación Canina Alemana en la ciudad de Dortmund.
Hay algo que tienen en común el pelaje de la mayoría de los perros, gatos y animales más pequeños como cobayas o conejos: tienen tanto un pelaje interno como otro externo.
"Ambos no tienen por qué tener el mismo color, es algo que se ve también a veces", dice Henriette Mackensen.
La cantidad de pelaje interno del animal depende de la raza. "Está ahí todo el año, pero en invierno se hace más espesa y también más larga".
Lo que sí es común a todos es que a partir de un punto, el pelo no crece más. "Está fijado así genéticamente", explica Astrid Behr, de la Asociación Alemana de Veterinarios en Ejercicio.
Hay un momento en el que los pelos ya no crecen y acaban cayéndose. Lo más común es que sea en primavera. Esa es la época en la que más recomendado está cepillar a perros y gatos.
"En los tiempos de cambio de pelo es importante ayudar a deshacerse de los pelos muertos", dice Behr. Si no, el pelaje se enmarañará cada vez más. "En casos extremos, no llegará ya oxígeno suficiente a la piel y habrá inflamaciones.
En el caso de animales más pequeños, no es necesario ayudarles. La excepción son las chinchillas: necesitan baños de arena. "Si no, los pelos se engrasan demasiado", dice Mackensen.
Es importante sin embargo que haya algo de grasa que se acumula cerca de la piel, porque en invierno esto es una protección contra el frío y la humedad.
Sobre todos los dueños que bañan frecuentemente a sus perros deben tenerlo en cuenta.
"Si se emplea jabón con tensioactivos que disuelven la grasa, habrá elementos protectores de la piel que se irán con él", explica Udo Kopernik.
Quienes tienen gato no llegarán a tener seguramente necesidad de bañarlo porque los felinos son campeones en la limpieza y porque, además, es muy probable que se resistan a ello.
Pero también a los gatos se les puede ayudar a cuidar el pelaje con una alimentación adecuada.
Para ello son importantes las proteínas, los ácidos grasos y las vitaminas, dice Astrid Behr. "Y en el pienso se encuentran todos".
Si el pelaje está bien, brillante y no encrespado, eso por lo general quiere decir que el estado del gato es bueno. "El pelaje es un indicador importante de la salud del animal", señala Mackensen.
Que esté estropajoso, tenga calvas, se forme caspa o se muestren cambios en el color son advertencias. Por eso es importante controlar el pelaje.
No obstante, no todo cambio en él es razón de preocupación. "Los perros y gatos viejos -y también los animales más pequeños- tienen un pelaje distinto al de los jóvenes", explica la veterinaria Mackensen.
Pierde algo de su brillo inicial y puede volverse algo desgreñado. Y, también como en el caso de las personas, los animales que van envejeciendo pueden tener cada vez más canas.