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Las competencias no obstante, recibe críticas por parte de asociaciones de protección animal. Los conejos saltan pequeños obstáculos. Si se hace al aire libre, hay dueños que los llevan sujetos por una correa. Otros los dejan libres. Entonces los conejos superan los obstáculos ellos solos, sin ninguna guía.
El animal que recorra la distancia en el menor tiempo y con el menor número de errores es el que gana. Se consideran faltas tirar un travesaño o tres correcciones de su dueño.
En el Kaninhop hay tres niveles de dificultad. En el más bajo hay que superar ocho obstáculos de un máximo de 25 centímetros de altura. En el más alto son 12 los obstáculos de hasta 45 centímetros de altura.
“La idea que hay detrás es que a los conejos les gusta mucho moverse así y se lo pasan bien cada vez que salen de la jaula para hacer algo distinto”, cuenta Tahira Paul.
Tiene 12 años y disfruta mucho de esta actividad con sus tres conejos. Ella lamenta que entre semana llega tarde a casa tras la escuela y no puede prestar toda la atención que le gustaría a Astrid, Fluffy y Halva.
Hace unos años vio una competición de Kaninhop en un mercado al aire libre en Alemania y quedó entusiasmada. Con mucha obstinación acabó convenciendo a sus padres de poder tener conejos.
Tahira entrena con sus conejos ahora una vez por semana en un grupo. “Se necesita sobre todo comprensión y paciencia”, explica, porque no se puede presionar al animal para que salte un obstáculo.
No solo niños y adolescentes se dedican al Kaninhop. “En Alemania hay unas cien asociaciones”, dice Kai Sander, que pertenece a ZDRK, la asociación de criadores de conejos de raza alemana.
El Kaninhop nació en Escandinavia y se extendió después por otros países. En algunos se adaptaron las reglas.
En Alemania, por ejemplo, son más estrictas que en otros países europeos y contienen más disposiciones sobre protección animal. Se quiere evitar la explotación del conejo.
Aun así, en ese país hay voces críticas con el Kaninhop y organizaciones que piden su prohibición.
“En principio, nos parece bien que el dueño pase tiempo con su animal y busque opciones alternativas a que esté en su jaula”, dice Jürgen Hirt, biólogo de TVT, la asociación de veterinaria para la protección animal de Alemania.
“Pero el transporte y la atmósfera de competición son un gran factor de estrés para los animales”, añade.
Los conejos cruzan la superficie en la que están los obstáculos porque han aprendido que al otro lado pueden meterse de nuevo en un lugar protegido. También rechazan que se les arree y se utilice correa.
“Todo lo que hagan voluntariamente está bien, es una buena interacción entre la persona y el animal”, señala. No hay nada que objetar a que un conejo supere un obstáculo en un entorno de confianza.
Kai Sander, de la ZDRK, invita a los críticos a hacerse personalmente una imagen del Kaninhop. Y dice que hacerlo en casa solos el animal y el dueño no es una buena opción.
“Creemos que lo adecuado es hacerlo con personas con experiencia en ello. Al entrenar en una asociación, se aprende no solo a animar a los conejos a saltar. También se aprende a controlar a los animales, se aprenden trucos y se reciben consejos para el cuidado y la alimentación”, añade.
Sander señala que desde el primer momento, en uno de estos grupos se obtienen conocimientos sobre cómo actuar con el animal.
“La correa sirve como punto de contacto entre el conejo y el dueño. Y quien tire de ella es descalificado”, añade.