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Pero cuidado: está bien que comparta la misma habitación, pero no la cama, porque la calidad del reposo en este caso es sacrificada.
Así emerge de un estudio del Centre for Sleep Medicine de la Mayo Clinic’s Arizona campus, publicado en la revista Mayo Clinic Proceedings. Los investigadores estudiaron a 40 personas que tenían un perro y las sometieron a una evaluación del sueño con el can en la habitación durante cinco meses.
Tantos los participantes del estudio como sus perros llevarondurante una semana dispositivos para conocer con exactitud suactividad durante el sueño.
Los resultaron revelaron que, más allá de la raza del perro,el descanso era mejor si ambos compartían el cuarto. Pero no la cama, donde la calidad del sueño sufría una crisis.
“Hoy muchos propietarios de animales domésticos están lejosde ellos gran parte del día, y así quieren maximizar el tiempotranscurrido juntos cuando están en casa”, explica Lois Krahn,una de las autoras del estudio.
Y concluye: “Tenerlos en la habitación durante la noche es un modo simple de hacerlo. Gozando del confort y sabiendo que esto no tendrá un impacto negativo en el sueño” .