En ese caso, es recomendable mantener a los gatos lo más separados posible e intentar jugar con ellos. Se les pueden lanzar bolas u otros objetos en diferentes direcciones, señalan los especialistas en comportamiento animal. Otra posibilidad es entretener a uno de ellos mientras el otro gato o las demás mascotas duermen.
En caso de que igualmente haya alguna fricción entre los felinos es mejor detener el juego inmediatamente y esperar hasta que vuelva a reinar la paz.
