Consejos para ocuparse del gato

Los gatos caseros son animales de costumbres. Tiene su sitio para comer, su sitio para dormir y los lugares en los que les gusta pasar el tiempo. También tienen preferencias en lo que a los alimentos se refiere y rituales de juego.

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Todo esto es importante saberlo, sobre todo cuando el dueño se va de casa por un tiempo, ya sea por un viaje de trabajo o de vacaciones. Su día a día no debería entonces ser muy distinto a lo que es habitual. Lo recomendable es que el dueño del gato instruya a la persona que se ocupará del animal en su ausencia.

"Para los gatos son muy importantes tanto el hogar como su persona de referencia", explica Astrid Behr, de la Asociación Profesional de Veterinarios en Activo. "Para ellos, trasladarlos significa mucho estrés", añade. Donde mejor se encuentran es en su entorno habitual, destaca también la organización alemana Cuatro Patas.

Por eso no es nada aconsejable llevarse al gato de vacaciones. Cuatro Patas recomienda que se quede en su casa durante la ausencia de su dueño y que allí, si es posible, lo cuide una persona de confianza.

Una alternativa puede ser que quien se ocupe del gato sea un cuidador profesional, propone Ursula Bauer, de la organización Acción Animal. Eso es mucho mejor que llevar al gato temporalmente a un hotel para animales. "Lo pasan muy mal", explica.

En caso de que no se pueda llevar a cabo esa recomendación, lo mejor, explica Cuatro Patas, es dejar al gato en casa de una persona de su confianza. No se sentirá bien en un entorno desconocido, pero al menos conocerá a quien se ocupa de él.

Astrid Behr da un consejo al cuidador del gato para que se ahorre estrés: "Hacer todo en la medida de lo posible de la forma en la que el gato está acostumbrado". Si no, el animal reaccionará por ejemplo orinando junto a su caja, vomitando o escondiéndose. O también se volverá agresivo con el cuidador. Especialmente no le gustará nada que le impidan salir a dar paseos si está acostumbrado a ello.

"Los gatos son animales muy individualistas", explica Behr. Algunos se toman las alteraciones de su día a día más o menos bien. "Pero para otros es todo un drama", explica Behr.

Hay que entender las reacciones como una protesta. Esta puede extenderse algo en el tiempo cuando el dueño vuelve de su viaje. Algunos gatos dejan notar a sus dueños durante un par de días que están "ofendidos" porque los han dejado solos.

Es importante que el cuidador del animal se tome tiempo, sobre todo en el caso de los gatos caseros, dice Behr. "Lo ideal es que alguien se mude al hogar del gato. Esta es la mejor opción para el animal", indica. Si eso no es posible, el cuidador debería pasar al menos una hora diaria con él. Y si pasa dos veces por allí, mejor.

Behr recomienda probar antes de las vacaciones cómo funcionará el asunto. Se puede quedar con el cuidador y ver cómo se relaciona con el gato y si los dos se entienden, añade Ursula Bauer, de Acción Animal.

Si quien cuida del gato es un cuidador profesional, habría que ver cómo actúan en lo relativo a la higiene. Y es que, quien cuida de varios gatos al día, puede ser un transmisor de enfermedades si no presta atención a ello.

Para evitar problemas, es importante una buena instrucción del cuidador. Junto a las costumbres de alimentación y bebida del gato, hay que decirle también cómo limpiar la caja de los excrementos.

Los detalles son importantes, indica Ursula Bauer. Incluso la indicación de abrir o no las ventanas. Y es que hay casos de gatos que se escapan o se caen por pequeñas aperturas en las ventanas.

Los dueños no deben presuponer ningún conocimiento previo en el cuidador. "A alguien que no tiene gato hay que explicarle todo de la A a la Z", dice.

Por si ocurre alguna emergencia, hay que dejar la cartilla de vacunación, la cesta de transporte y el número de teléfono del veterinario, también el que tendremos nosotros durante nuestra ausencia, para que nos puedan localizar si es necesario.

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