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Por eso hay que pensarlo mucho antes de comprar uno y, si finalmente nos decidimos por un felino, quizá en vez de comprarlo podamos rescatar a uno en un albergue.
Tomada la decisión, hay que prepararse para la llegada del pequeño tigre y facilitarle la adaptación.
"Cada gato es único, con una personalidad marcada que el dueño debe respetar", dice Wolfgang Apel, presidente de la Federación Alemana de Protección Animal. Necesita cuidado diario y espacio.
El dueño debe además saber que un gato puede vivir entre 15 y 20 años y, al contrario que un perro, es difícil imponerle determinados comportamientos.
La semana número 12 de vida es la edad ideal para llevarlo a casa, aconseja Antje Schreiber, portavoz de la asociación zoológica alemana ZZF.
Quien busque una raza específica, deberá informarse antes bien de sus características y ver si encajan en su vida.
Así, por ejemplo, los gatos persa suelen ser animales tranquilos; los siameses son afectuosos.
También las condiciones de la cría determinan su carácter. En familias con niños desarrollan un temperamento distinto al que pueden desarrollar en casa de una señora mayor.
Cuando se adopta un gato en un albergue o se compra a un criador serio, el animal por lo general está ya desparasitado y vacunado.
La vacuna más urgente es la de la rabia porque solo con que haya sospecha de ella, las autoridades pueden ordenar sacrificar a los animales no vacunados. También se recomiendan las vacunas contra la panleucopenia, el calcivirus y la rinotraqueitis. Hay que volver a ponerlas cada año.
Además, es aconsejable castrar al gato si no vamos a querer criar. A las gatas, lo mejor es hacerlo ya a partir del sexto mes de vida.
Del equipamiento básico del gato forman parte dos areneros, un comedero y un bebedero, una cesta, una mantita y un árbol rascador.
Además habrá que contar con un transportín para los desplazamientos, por ejemplo al veterinario, y habrá que acostumbrar al gato a él lo antes posible.
Y quien tenga la posibilidad, puede instalar una gatera para que el gato entre y salga de casa.
En lo que se refiere a la alimentación, hay que advertir de que la mayoría de los gatos son quisquillosos y exigentes. "Ellos elijen su comida favorita y habrá que tener paciencia y probar varias", dice Antje Schreiber, de ZZF.
No es recomendable hacer nosotros mismos la comida del gato porque es fácil que en ese caso le falten los nutrientes necesarios que ofrecen las comidas especiales para ellos.
"Los gatos tampoco son cubos de basura a los que demos las sobras", advierte Apel. Y los vegetarianos deben ser conscientes de que los gatos se alimentan principalmente de carne, no hay otra opción para ellos.
La leche, en contra de lo que muchos creen, es mala para los felinos porque no la asimilan.
Tras la llegada del gato a casa, tendremos que mentalizarnos a que durante un tiempo inicial deberemos prestarle mucha atención. "Sobre todo cuando son pequeños, los gatos generarán un desorden considerable en casa", advierte Antje Schreiber.
El animal sabe cuándo precisa descanso, cuándo quiere salir a la calle y cuándo quiere que le rasquen y le hagan caricias. Si nos orientamos por lo que ellos marcan, rápidamente tendremos su simpatía.
El cuidado del pelo precisa también tiempo, y así también se mantendrán limpios.
Los gatos, además, son animales con un olfato muy desarrollado y les gusta que las cosas estén limpias y huelan bien. Es preciso que mantengamos su arenero limpio y que, además de cambiar la arena, lo freguemos regularmente.
Y hay que saber que jugar no solo gusta a los gatos más jóvenes. Todos los felinos precisan entretenimiento.
Una caja de cartón vacía puede ser ya un juguete estupendo, igual que un papel hecho una bola.
A la hora de comprar juguetes, tenemos no obstante que tener cuidado porque algunos pueden llegar a ser peligrosos.
Por ejemplo, existen ratones de juguete en el mercado que tienen fijados los ojos con agujas de plástico que pueden llegar a causar daño al gato.
Lo más recomendable sea seguramente que el dueño ate un calcetín viejo hecho una bola a una cuerda y lo mueva por la casa. Al gato le encantará perseguirlo y será una forma de que pronto acepte a la persona como su mejor amigo.