Un roedor que prefiere estar en compañia

El gerbil de Mongolia es un roedor que necesita ciertos cuidados si se quiere mantener como mascota. Es un animal propenso a las enfermedades y por lo tanto es muy importante tenerlo en condiciones apropiadas y con la alimentación correcta.

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El gerbil, también llamado jerbo, no debe estar nunca solo. Lo ideal es mantenerlos de a dos y que sean del mismo sexo para que no puedan procrear. Además, es conveniente elegir parejas de hermanos, ya que al sentir un olor familiar se adaptan mejor, indica Regine Rottmayer de la Asociación alemana de veterinarios para la protección de los animales (TVT). Los ratones extraños no suelen llevarse muy bien y tardan incluso semanas en adaptarse, agrega la especialista.

A la hora de comprar este tipo de roedores es importante asegurarse de que sean saludables. "Si tienen los ojos pegados o no son particularmente activos puede ser síntoma de alguna enfermedad", señala Rottmayer. También el pelaje puede ser un indicativo. Si está muy enmarañado, grasoso o dañado es probable que el ratón esté enfermo.

El gerbil es un animal muy activo, que le dedica muchas horas al día a la excavación. La jaula debería tener un tamaño de al menos un metro de largo y 50 centímetros de profundidad y de altura. Se pueden utilizar también peceras y terrarios.

El sustrato puede ser de una mezcla de materiales naturales como el heno y la paja y también se puede agregar follaje y corteza. Para que puedan cavar bien la altura del sustrato debe ser de al menos 25 centímetros.

Cuando estos animales se aburren pueden presentar problemas de comportamiento tales como morder las rejas o cavar solo en un mismo sitio. Es importante que siempre tengan suficientes materiales dentro de su jaula, como cartón, cajas de huevos y ramas.

También son especialistas en rollos de papel higiénico, asegura Rottmayer. "Al principio, usan el rollo como túnel y luego suelen destrozarlo", explica la veterinaria, haciendo hincapié en que de ninguna manera puede haber un elemento de plástico en la jaula.

Estas mascotas cuidan su piel revolcándose en la arena. Sin este baño de arena su pelaje se estropea y se vuelve grasiento. Mientras que la arena debe ser cambiada a diario, el heno o la paja puede permanecer más tiempo dentro de la jaula. Basta con cambiar una parte dos o tres veces por mes. De esta manera se conserva el olor y los animales se sienten bien.

El alimento adecuado para un jerbo es una mezcla de semillas y granos. Y sobre todo, proteína animal seca, apunta Rottmayer. También recomienda huevos duros, alimento seco para gatos e insectos y pequeños invertebrados, como los saltamontes del desierto.

Pueden comer zanahorias y manzanas, pero no deben ingerir muchas fruta fresca ya que estos roedores son propensas a la diabetes, al sobrepeso y a los trastornos renales.

En la naturaleza, en los desiertos y en la estepa los ratones están siempre en busca de alimentos y esta situación se puede imitar en una jaula. "La comida debe estar oculta entre el sustrato o enrollada", aconseja.

El gerbil de Mongolia no es una mascota apropiada para jugar. En todo caso, se requiere un acercamiento lento. Para ello, se puede poner algo de comida en la mano y acercarla al animal. No son roedores para acariciar. "No puedes ir de compras con un gerbil sobre tu hombro, como llevas una rata", dice Rottmayer.

Síntomas tales como la pérdida rápida de peso, un comportamiento apático, los ojos medio cerrados, un pelaje que parece batido, respiración extraña o diarrea deben ser tomados en serio.

"Se nota que está enfermo cuando ya está realmente grave. Por eso, es importante observar al gerbil diariamente", señala Dominik Schwarz, un especialista en roedores.

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