Comida casera para gatos: la carne cruda queda descartada

Primero olisquean un poco, luego giran la cabeza y se marchan. Los gatos no se comen todo lo que se les pone en el comedero. Son animales por lo general exigentes en lo que se refiere a la comida.

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A muchos dueños les resulta realmente difícil acertar con las preferencias culinarias de sus felinos. Y algunos intentan que coman cocinándoles ellos mismos los alimentos.

En estos casos, lo mejor es buscar el consejo del veterinario para que asegurarse de que el gato obtiene todos los nutrientes que necesita su organismo.

"Son importantes sobre todo las proteínas animales y la grasa, los hidratos de carbono, las vitaminas, los minerales y los oligoelementos", explica Marius Tünte, de la Asociación de Protección Animal alemana en Bonn.

Alimentar al gato con comida casera es posible, pero también es complicado y trabajoso.

La alimentación debe fijarse según las necesidades concretas de nuestro gato, dice Sandra Giltner, de la Academia para la Protección Animal de Múnich.

"Cuántos años tiene mi gato, qué tamaño y tiene cuánto pesa son elementos a tener en cuenta. ¿Sale de casa o se pasa la mayor parte del tiempo en el sofá o tumbado en el jardín?", dice.

Un gato mayor, por ejemplo, no precisa hidratos de carbono añadidos, pero sí proteína de alta calidad. "La alimentación de un gato casero debe tener menos grasa que la de otro que sale de casa", explica la veterinaria.

Además, la alimentación debe tener una mezcla sana de carne magra y entrañas. Debe añadirse otra fuente de proteína de calidad, como por ejemplo copos de avena.

La carne cruda debe quedar completamente descartada porque puede ser fuente de infecciones graves para el gato. También las uvas, las pasas, el pimiento, las especias, las legumbres y la leche de vaca son tabú para los gatos.

"Y mientras los perros pueden ser alimentados como vegetarianos, con los gatos esto es imposible", añade Giltner.

Klaus Kutschmann, de la Cámara Federal Alemana de Veterinarios, en Berlín, aconseja a los dueños diseñar un menú de manera conjunta con el veterinario.

"La mayor parte de una comida debe estar compuesta por carne fácilmente digerible", indica Kutschmann.

Recomienda carne de ave, que les gusta además mucho a los gatos. Hay que contar que una porción son unos 200 gramos. Para gatos pequeños serán 150.

La carne, cortada en trozos pequeños, se puede mezclar con avena o arroz cocidos previamente, así como con una cucharada de fruta y verdura.

No se recomienda conservar la comida. Para ello habría que utilizar conservantes y no son buenos. Giltner aconseja congelarla.

Quien decida preparar su propia comida al gato debe tener en cuenta, no obstante, que no es bueno cambiarle la alimentación de un día a otro.

Sandra Giltner recomienda empezar dándoles la comida casera una o dos veces por semana y luego pasar a dársela en días alternativos. Y no está garantizado que nuestro felino vaya a aceptarla. "Si no quiere comerla, no se debe obligarlo", dice la veterinaria. La mejor opción entonces será comida en lata.

Kutschman adjudica a la idea de cocinar para el gato un factor emocional. "La unión entre la persona y el animal se estrecha así. Al menos así lo siente el dueño", explica.

En general, la comida que se vende en las tiendas especializadas es apropiada para los felinos y es de alta calidad. Y si el gato la come, el dueño no debe preocuparse por proporcionarle nada adicional.

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