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La organización internacional de derechos de los animales PETA ofrece algunas recomendaciones para evitar que las mascotas se lastimen o corran algún otro riesgo cuando están en el jardín.
- Cubrir siempre los contenedores o barriles que almacenan agua. Los gatos pueden caer adentro y ahogarse ya que no pueden trepar sobre las paredes lisas. Esto también se aplica a las piscinas con bordes altos.
- Fertilizantes y pesticidas: a muchos gatos les gusta beber agua que queda estancada en las regaderas. Por lo tanto, es importante no dejar abierto ningún recipiente con agua mezclado con algún producto químico.
- Cercas: puede ser peligroso no tener un cerco en el jardín porque el gato podría escaparse a la calle. Pero hay que tener en cuenta que los gatos son verdaderos acróbatas. Si se quiere evitar que la mascota salga del jardín hay que construir una valla de al menos 1,80 metros.