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La única legisladora a favor del proyecto sobre perros peligrosos fue Yolanda Paredes (Cruzada Nacional), quien advirtió del incremento de ataques de perros a humanos, así como el aumento de la compra de canes de razas agresivas y de mandíbulas fuertes porque están de moda o son “chic”.
Señaló que en las playas y parques ningún niño está a salvo de estos animales que andan sin los resguardos necesarios.
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Dicho proyecto incluía taxativamente como perros peligrosos a las razas Pit Bull, Pit Bull Americano, Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Rottweiler, Dogo, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos y Fila.
Así también al Fila Brasileiro, Tosa Inu, Akita Inu, Doberman, Mastín Napolitano, Perro de Presa Canario, Perro de Presa Mallorquín, Bullmastiff, Mastiffo Mastín Napolitano, Pastor Alemán, Husky Siberiano, Chow chow, Bull Terrier, Cimarrón Uruguayano.
“Disparatero”
Los senadores cartistas Luis Pettengill y Natalicio Chase, voceros de comisiones, indicaron que sería sobrelegislar y Celeste Amarilla (PLRA) dijo que era “un disparate de un disparatero”.
En el proyecto rechazado se considera perros peligrosos a los que tengan “más de 20 kg de peso, perfil torácico de entre 60 y 80 cm, cabeza voluminosa y cuello corto, fuerte musculatura, mandíbula grande y boca profunda, resistencia física, carácter fuerte y marcado”.