Cargando...
La primera pregunta que suele surgir es quién se quedará con el perro. A diferencia de los niños, las leyes civiles en muchas jurisdicciones aún consideran a las mascotas como bienes. Sin embargo, la tendencia está cambiando, y los tribunales pueden tomar decisiones basadas en el bienestar del animal.
Factores a considerar a la hora de elegir con quién se queda el perro en una separación
- Tiempo y cuidado: Evaluar quién ha estado principalmente a cargo del cuidado del perro, como alimentarlo, llevarlo al veterinario y sacarlo a pasear.
- Capacidad financiera: Determinar quién tiene la capacidad económica para seguir manteniéndolo.
- Condiciones de vida: Considerar quién tiene un entorno más favorable para el bienestar del perro.
Régimen de visitas para mascotas
En caso de que ambos cónyuges deseen seguir manteniendo una relación con el perro, se puede establecer un régimen de visitas similar al que se hace con los hijos. Este acuerdo puede ser informal o, si es necesario, puede incluirse en un acuerdo de separación.
A la hora de diseñar un régimen de visitas se debe tener en cuenta estos factores:
- Frecuencia y duración: decidir con qué frecuencia y durante cuánto tiempo cada parte tendrá al perro.
- Días especiales y vacaciones: considerar cómo se manejarán días especiales y períodos de vacaciones.
- Consistencia y estabilidad: procurar un horario que ofrezca consistencia para evitar estrés innecesario para el perro.
Manejo de los gastos
Los gastos relacionados con el cuidado del perro, como alimentación, atención veterinaria y otros suministros, también deben ser considerados. Se pueden acordar diferentes formatos para dividir estos gastos.
Acuerdos comunes
- División equitativa: Los gastos se comparten equitativamente entre ambas partes.
- Responsabilidad individual: La persona que vive mayormente con el perro asume la mayoría de los gastos.
- Cuenta común para gastos del perro: Creación de una cuenta conjunta utilizada exclusivamente para los gastos del perro.
Acuerdos amistosos
El proceso de decidir sobre la custodia de un perro en un divorcio puede ser emocionalmente desafiante. Es ideal lograr acuerdos de manera amistosa y colaborativa. Sin embargo, si no se logra un consenso, es posible que los tribunales necesiten intervenir, dependiendo de la legislación local.
Lea más: ¿Qué le puede pasar a un perro por pasar muchas horas atado?
Consideraciones legales
- Mediación: A veces, un mediador puede ayudar a las partes a llegar a un acuerdo sin necesidad de intervención judicial.
- Asesoramiento legal: Consultar con un abogado especializado puede proporcionar orientación sobre los derechos y las responsabilidades.
Aunque en Paraguay no hay leyes sobre la custodia y visitas de mascotas en casos de divorcio, lo más importante es tomar decisiones centradas en el bienestar del perro, y lograr acuerdos que reflejen responsabilidad y amor incondicional hacia el animal.