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Un análisis revisado por la American Heart Association (AHA) sugiere múltiples beneficios para la salud cardiovascular asociados con la tenencia de perros. Estos beneficios abarcan tanto la salud física como emocional de las personas.
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Es común que los dueños de perros caminen más y realicen más ejercicio, lo cual mejora la salud cardiovascular. Adicionalmente, la exposición a las bacterias que los perros llevan a casa puede fortalecer el sistema inmunológico de los humanos.
El contacto frecuente con perros puede disminuir los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés. Además, la compañía de un perro puede combatir la soledad, mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de la depresión.
Pasear a un perro no solo promueve la interacción social con otros dueños, sino que también facilita encuentros en parques y áreas designadas para animales. Estos espacios compartidos promueven un sentido de comunidad y pertenencia, ya que las personas comparten intereses comunes.
Habilidades sociales y reducción de la soledad
La tenencia de un perro y el hábito de pasearlo regularmente pueden reducir la soledad. Ofrecen una razón para salir al aire libre y socializar con otros. Además, los dueños, especialmente los niños y personas tímidas, pueden mejorar sus habilidades sociales a través de las interacciones en un ambiente relajado y amigable.
En resumen, tener un perro no solo aporta compañía y alegría al hogar, sino que también contribuye significativamente a la salud cardiovascular y al bienestar emocional.