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Entender cómo actúan los gatos en un entorno desconocido puede ofrecer pistas sobre cómo encontrarlos. Aquí se describen algunas reacciones típicas.
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Si un gato se lesiona o queda atrapado en un lugar diferente, puede estar escondido en silencio o llorando. Esto puede acontecer si se movió de casa intencionalmente, fue atrapado por un vecino molesto, subió a una camioneta estacionada o fue perseguido por un perro, alejándose de su entorno conocido.
Muchas de estas situaciones pueden provocar que el gato se esconda en un lugar seguro y tranquilo, o que maúlle para expresar su necesidad de apoyo.
Algunos gatos poseen un fuerte instinto para buscar su hogar, utilizando el ángulo del sol, la posición de las estrellas y el campo magnético de la Tierra para orientarse. Sin embargo, esto no garantiza que regresen solos. Al igual que los humanos, algunos gatos tienen un mejor sentido de la orientación que otros. Pueden desorientarse si han estado en refugios o se han movido entre varios lugares.
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Con el tiempo, la necesidad de alimento y agua se vuelve primordial. Es posible que el gato salga de su escondite en busca de supervivencia. Colocar una especie de “trampa” con golosinas, comida y agua en la zona donde se sospecha que el gato podría estar, puede atraerlo fuera de su refugio. Las noches pueden ser el momento más propicio, ya que es cuando suelen sentirse más seguros.
En un ambiente extraño, rodeados de personas desconocidas, los gatos tienden a adoptar una actitud de defensa. Pueden bufar, escupir, retorcerse, correr o incluso orinarse si alguien se acerca, independientemente de las intenciones de la persona. Esta actitud es una respuesta a la necesidad de protegerse y sobrevivir.
Entender los posibles comportamientos de un gato perdido puede ser útil para encontrarlo. Ser consciente de sus instintos y necesidades puede aumentar las probabilidades de recuperarlo sano y salvo.