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Las glándulas sudoríparas en los perros se localizan casi exclusivamente en las almohadillas de sus patas, lo que hace que la lengua juegue un papel protagonista en el proceso de termorregulación.
La mecánica del jadeo y su importancia
Cuando los niveles de temperatura aumentan o después de realizar actividades físicas extenuantes, los perros extienden su lengua tanto como les es posible. Este comportamiento maximiza la superficie de contacto con el aire, facilitando así una disipación más eficiente del calor corporal. El jadeo, caracterizado por ser una respiración acelerada y superficial con la boca abierta y la lengua expuesta, permite que el agua contenida en la saliva se evapore, llevándose consigo el exceso de calor.
Este proceso de enfriamiento se ve acompañado de una vasodilatación en la mucosa oral y respiratoria, lo que significa que los vasos sanguíneos se expanden para permitir un mayor flujo de sangre y, por ende, una mejor transferencia de calor desde el interior del cuerpo hacia la boca, donde puede ser liberado al ambiente. Además, hay un aumento en la producción de saliva, lo que refuerza el efecto de enfriamiento por evaporación.
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Es crucial entender que, aunque la respiración se acelere durante el jadeo, este mecanismo no implica una hiperventilación, ya que el aire movilizado no penetra profundamente en los pulmones hasta alcanzar los alveolos.
Factores desencadenantes del jadeo
Este proceso natural se activa no solo por el calor ambiental, sino también por el ejercicio físico y estados de emoción intensa. Reconocer estas causas es esencial para ofrecer el soporte adecuado a nuestros compañeros caninos en momentos críticos. Es importante mencionar que algunas razas, como los pug o pekinés, tienden a sacar la lengua con mayor frecuencia debido a sus características genéticas.
El jadeo también se observa en situaciones de estrés, dolor, excitación o incluso durante momentos de afecto, como cuando se les acaricia. Por otro lado, el acto de sacar la lengua les ayuda a humedecerla, especialmente cuando sienten sed.
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La lengua de un perro no es solo un órgano sensorial sino también una herramienta esencial para la supervivencia. Su capacidad para regular la temperatura mediante el jadeo es un reflejo claro de la adaptabilidad y resiliencia de estos animales. Aunque este mecanismo es efectivo, es fundamental estar atentos a las señales de un posible golpe de calor, especialmente en días particularmente calurosos, donde el jadeo por sí solo puede no ser suficiente para mantener una temperatura corporal segura.