‘La Perruquería’ es el nombre de esta iniciativa instalada en el Centro de Orientación Femenina (COF) de Obrajes, situado en el barrio homónimo en la zona sur de La Paz.
El emprendimiento está en un ambiente de la cárcel con una puerta externa para recibir a los futuros clientes, quienes también podrán apreciar los murales que engalanan la peluquería canina y otras dos iniciativas que la flanquean: el servicio de lavandería y un café boutique para la venta de pastelería y tejidos que elaboran las reclusas.
El director nacional de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, fue el encargado de inaugurar el sitio, mientras que el primer cliente fue Dax, un perro de raza golden retriever que era agente antidrogas y ahora, en su retiro, vive con la directora del COF, la mayor de policía Cheryl Sempértegui.
“La idea es tener un espacio laboral, seguir aumentando el abanico de opciones y oportunidades para las compañeras al interior (de la cárcel) y estoy seguro de que va a tener una respuesta muy positiva de parte de la población”, manifestó Limpias.
La iniciativa se enmarca en el programa 'Emprendiendo para ser Libres', realizado por las organizaciones Progettomondo, Centro Volontari Cooperazione allo Sviluppo (CVCS) y la Fundación Munasim Kullakita, con el apoyo de LED Servicio de Liechtenstein para el Desarrollo.
Sueño cumplido
Una de las jóvenes encargadas de 'La Perruquería' expresó su agradecimiento por el apoyo para el emprendimiento que supondrá "una oportunidad más para demostrar" que pueden "ingresar de nuevo a la sociedad y ser grandes personas en libertad".
"Todo comenzó como un sueño, pero hoy está hecho realidad. Esto quiere decir que, aunque con cadenas, todavía se puede volar", manifestó.
Por su parte, Sempértegui dijo a EFE que se pensó en este tipo de emprendimiento para rescatar las "habilidades" y "potencialidades" de algunas reclusas, dentro de la consigna gubernamental de que los centros penitenciarios sean espacios productivos.
'La Perruquería' será atendida inicialmente por dos reclusas que son técnicas superiores en veterinaria, con miras a capacitar a otras internas para que puedan rotar por grupos y "acceder a esta alternativa económica que va a ser diaria", explicó la directora.
El lugar ofrece servicios de baño, secado, cepillado y corte de pelo y de uñas y limpieza dental a un coste "un poco más económico" que el de otras peluquerías caninas.
Los precios irán desde los 50 bolivianos (unos 7 dólares) y dependerán del tamaño de la mascota y el servicio que requiera, indicó.
"Queremos que sea un programa sostenible y que permita que si alguna privada de libertad sale (de la cárcel) con algún beneficio, pueda hacer un emprendimiento de peluquería canina ya en libertad", afirmó Sempértegui.
A futuro, se espera que ‘La Perruquería’ sea también una tienda de mascotas donde ofrecerán comida canina y “diseños exclusivos” de ropa para los mimados de la casa, confeccionada por las mismas reclusas “especializadas en tejido, costura y reutilización textil”, agregó.