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Muchas veces ya sea de manera accidental o planeada, los perros se introducen a la piscina, en especial en estos días de calor. Acá analizamos los pros y contras hecho.
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Los pros
Ejercicio saludable. Uno de los mayores beneficios de permitir que su perro nade es el ejercicio que obtiene. La natación es una forma de actividad de bajo impacto, lo que significa que es gentil para las articulaciones y los tejidos blandos. Esto la hace ideal para perros de todas las edades, especialmente para aquellos que tienen artritis o sobrepeso.
Alivio de calor. La piscina puede ser una excelente manera para que su perro se enfríe durante los días calurosos de verano. A diferencia de los humanos, los perros tienen un número limitado de glándulas sudoríparas, ubicadas principalmente en sus almohadillas, por lo que la natación puede ser una forma vital de regular su temperatura corpórea.
Estimulación mental. Nadar no solo beneficia el cuerpo sino también la mente de su perro. Aprender a navegar en el agua y jugar juegos acuáticos puede proporcionar una valiosa estimulación mental, manteniendo a su perro tanto física como mentalmente activo.
Fortalecimiento del vínculo. Compartir actividades como la natación puede fortalecer la relación entre usted y su perro. La experiencia compartida y el tiempo de calidad pueden mejorar el vínculo y la confianza mutua.
Los contras
Riesgo de ahogamiento. A pesar de la creencia popular, no todos los perros saben nadar instintivamente, y aun los nadadores experimentados pueden cansarse o entrar en pánico. Esto puede llevar a situaciones de ahogamiento, especialmente en piscinas sin una salida fácilmente accesible.
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Problemas de salud. El cloro y otros productos químicos utilizados en muchas piscinas pueden ser irritantes para la piel y los ojos de su perro. Además, el agua de la piscina no está libre de contaminantes y puede albergar bacterias y virus que causan infecciones en los oídos y el tracto urinario.
Mantenimiento de la piscina. Los perros pueden introducir suciedad, pelo y otros desechos a la piscina, lo que puede afectar la calidad del agua y requerir un mantenimiento más frecuente del filtro y sistemas de limpieza.
Supervisión necesaria. No se debe dejar a un perro desatendido cerca de una piscina. El riesgo de accidentes aumenta sin la supervisión apropiada, y en caso de que un perro se encuentre en apuros, es crucial la intervención humana rápida.
Permitir que su perro se sumerja en la piscina puede ser una actividad veraniega maravillosa y beneficiosa. Sin embargo, es vital considerar tanto los pros como los contras antes de abrir la puerta a su compañero canino. Con las precauciones adecuadas, como el adiestramiento para nadar, el enjuague posterior a la natación, y la vigilancia continua, su perro puede disfrutar de las olas tanto como cualquier humano, asegurando que la piscina sea un espacio seguro y divertido para todos.