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Lo ideal es hacerlo cuando el perro es cachorro, pero también es posible cuando son ya adultos, porque el pánico suele desarrollarse a lo largo de la vida del perro.
Si el animal ya tiene miedo, la situación es más difícil, pero no imposible.
La bióloga del comportamiento y adiestradora canina Marie Nitzschner explica qué hacer:
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Cómo entrenar a los perros con ruido moderado y comida
- “La ansiedad por los petardos es una forma de ansiedad por el ruido”, explica Nitzschner. Por tanto, el perro debe aprender primero que los ruidos fuertes y desconocidos no son de temer.
- ¿Cómo funciona? El principio es sencillo: “Acostumbramos gradualmente al perro a los ruidos y se los hacemos especialmente agradables, por ejemplo con comida”, señala.
- En la práctica puede ser así: al perro se le da un hueso. Mientras el can se concentra en comer, el dueño aplasta plástico de burbujas. Si el perro busca el contacto con su cuidador o se irrita, la persona puede y debe reaccionar de forma alentadora y alegre.
- El objetivo es que el perro asocie el ruido con una experiencia positiva. Es importante no mostrar compasión, porque esto desestabiliza al animal.
- Ha llegado el momento del siguiente paso del adiestramiento, cuando claramente el perro ya no tiene miedo.
- Si el perro ya es de por sí muy intrépido, se puede omitir el ruido moderado y empezar directamente con el segundo paso.
Cómo entrenar a los perros y aumentar la intensidad
A continuación se aumenta gradualmente la intensidad de los sonidos y los tipos de ruido. Por ejemplo, golpeando con una cuchara de madera contra algo o dejando caer unas llaves sobre una tela o alfombrita. Si funciona bien, se acerca el sonido al perro, de manera que se vaya haciendo más y más fuerte.
Entrenar el ruido de la forma más realista posible
Si el perro conoce el principio y ahora está siempre relajado durante el adiestramiento, es hora de hacer aún más ruido: hacer sonar las tapas de las ollas o dejar caer un manojo de llaves al suelo.
Al mismo tiempo se puede comenzar con el adiestramiento con ruidos de petardos. Nitzschner aconseja poner primero grabaciones sonoras o vídeos. Al principio con poco volumen. Cuando al perro (ya) no le moleste, más alto.
“Esto también puede convertirse en un ritual”, aconseja. Por ejemplo, la comida diaria puede ir acompañada de un concierto de petardos. O si el perro está más motivado por el juego, acompañando al juego.
Es habitual que ya haya ruido de petardos ocasionalmente antes del cambio de año. Esto también puede incorporarse al adiestramiento. Merece la pena reaccionar con alegría ante un estallido a lo lejos durante el paseo, y dar al perro una golosina.
Por razones de seguridad, es mejor llevar siempre al perro con correa los días previos a las Fiestas. No es raro que los animales entren en pánico y huyan.
Hay que asegurarse también de que el perro no esté demasiado cerca de los petardos.
¿Con qué frecuencia hay que adiestrarlos?
“Entrene durante diez minutos al día”, aconseja la experta. “Simplemente incorpore el adiestramiento a su rutina diaria. Golpee la tapa de una olla, una puerta o que suene una grabación”.
Es importante no excederse. El perro siempre debe sentir curiosidad y estar motivado para participar.
¿Y si nada de esto ayuda?
En el adiestramiento de animales, siempre merece la pena dar un paso atrás si algo no funciona. Si el perro sigue teniendo miedo a pesar de los pasos de adiestramiento descritos, conviene observar la situación más detalladamente.
A algunos perros solo les asusta el silbido de los cohetes, a otros les asustan más las explosiones y a otros los destellos. Si sabe qué asusta exactamente al perro, puede intentar adiestrar estos componentes individualmente, por ejemplo, diferentes silbidos.
El adiestramiento suele ayudar, pero no siempre
Los fuegos artificiales de las Fiestas son difíciles de recrear. Además, el miedo suele estar muy arraigado en algunos perros. Para algunos, el adiestramiento no sirve de nada.
“En estos casos, aconsejo a los dueños que hablen con su veterinario. Estos pueden recetar medicación para ayudar al animal a sobrevivir a esa noche”, aconseja Nitzschner.