Cargando...
“Las consultas en línea van en aumento”, sostiene Thomas Pfisterer, de la Asociación Alemana de Veterinarios.
Ahora hay varias plataformas en Internet donde los veterinarios ofrecen consultas virtuales. Entre ellas está “Haustierdocs”, una plataforma fundada hace un año por Tanja y Stefan Kreutz, de Sterup, en la región alemana norteña de Schleswig-Holstein.
“Los veterinarios son muy abiertos, lo ven como la tendencia del futuro”, explica Tanja Kreutz al agregar que 100 consultas se han unido ya a su plataforma.
Los dueños de mascotas son asistentes de veterinario
Christian Gabrielse, en la región de Renania del Norte-Westfalia, tampoco ha tenido problemas para encontrar veterinarios para su plataforma “Tierarzt-Online”, que también tiene solo un año de vida.
Sin embargo, los dueños de mascotas se muestran cautos. “Muy pocos dueños de mascotas han utilizado ya la telemedicina. Hay cierta inhibición, quizá porque el servicio es nuevo”, conjetura Tanja Kreutz.
Pero, ¿cómo funcionan realmente las consultas en línea? Al registrarse, el propietario puede describir el problema y subir fotos o resultados de pruebas anteriores, por ejemplo. A continuación, el veterinario puede observar al animal a través de la cámara del ordenador portátil o del teléfono móvil del propietario.
En función de los síntomas, el propietario puede realizar pruebas sencillas a su mascota durante la teleconsulta bajo la dirección del médico.
“Por ejemplo, el dueño puede medir la fiebre o el tiempo de llenado capilar”, explica Gabrielse.
Para ello, se presiona brevemente la mucosa por encima de los dientes para que aparezca blanca. Tras soltar la presión, se cuentan los segundos hasta que la zona vuelve a brillar de color rosa. Esto da una indicación del estado circulatorio del animal.
Los costes son transparentes
“El tratamiento telemédico supone mucho menos estrés para el animal”, explica Pfisterer. Además, las personas pueden adoptar una actitud más relajada, sentadas en casa con su ordenador portátil o su teléfono móvil, y seguir de inmediato los consejos del veterinario.
Otro punto a favor es que las citas para las consultas en línea se conciertan con un clic del ratón y no suele haber tiempos de espera. Además, los dueños de mascotas saben de antemano cuánto tendrán que pagar por la consulta, ya que los importes figuran en el sitio web. También se puede ahorrar dinero comparando los portales.
Sin embargo, las ofertas también difieren en otros aspectos. Por ejemplo, algunos proveedores limitan el tiempo de asesoramiento, mientras que otros no lo hacen. Algunos solo ofrecen asesoramiento durante determinadas horas de los días laborables, mientras que otros están disponibles las veinticuatro horas del día.
Algunas plataformas también indican las especialidades de sus veterinarios. Por ejemplo, los clientes pueden buscar un oftalmólogo o un dermatólogo según sus preocupaciones.
También es posible buscar un veterinario cercano en algunas plataformas, y algunos proveedores incluso asignan automáticamente a los dueños de mascotas el veterinario más cercano a su ubicación. Este servicio lo ofrece, por ejemplo, “Haustierdocs”.
“Si es necesario, el animal puede ser llevado directamente a este médico para recibir tratamiento”, explica el operador Stefan Kreutz.
¿Vacunación por ordenador? Imposible
Por supuesto, la telemedicina tiene sus límites. Todos los animales necesitan un veterinario in situ, aunque solo sea para vacunarlos. Además, los televeterinarios no pueden recetar medicamentos.
“La telemedicina es un servicio adicional y solo puede hacer un diagnóstico provisional”, subraya Pfisterer, de la Cámara de Veterinarios. “El veterinario puede decir, por ejemplo, que no hay nada urgente y que el propietario debe acudir a una consulta si los síntomas no han mejorado al cabo de cuatro días”, añade.
Un análisis de los datos de los clientes de la aseguradora DA Direkt de Colonia ha demostrado que la mitad de las consultas online se derivan a una consulta física en una clínica veterinaria.
La videotelefonía con un veterinario es muy adecuada para obtener una segunda opinión, para exámenes de seguimiento de la cicatrización de heridas, para síntomas como cambios en la piel o consultas sobre la esterilización o la dieta adecuada, por ejemplo.
“El caso más común es que el animal haya comido algo en mal estado y el dueño no esté seguro de si puede ser peligroso”, informa Tanja Kreutz.
Además, si no se está seguro de si la molestia de su mascota es urgente, también se puede primero contactar un televeterinario, lo que no demora más que minutos en algunas plataformas.
“Según las estadísticas, entre el 15 y el 20 por ciento de todos los animales que se presentan en las clínicas como urgencias no lo son”, dice Stefan Kreutz. Una teleconsulta puede dirimir rápidamente si hace falta una consulta presencial o no.