Cargando...
En primer lugar, hay que aclarar que a veces no es nada fácil (para el humano) ponerle un collar al gato. Como si supiera lo que se viene, las primeras veces y hasta que se acostumbra –si llega a hacerlo– el michi se escurre, eriza la espalda y saca las garras.
Si pierde la batalla y le calzamos ese collarcito que tanto nos gusta, lo más probable es que trate de darle manotazos, se rasque y mueva el cuello hasta lograr sacárselo.
Lea más: ¿Es necesario abrigar al gato cuando hace frío?
Pero ponerle un collar a un gato tiene algunas ventajas, que te contamos acá.
Ventajas de que los gatos usen collar:
- El collar es una forma útil de identificar a tu gato en caso de que se pierda o escape.
- Puede ser útil para fijar placas de identificación y etiquetas de información importantes, como su nombre y número de teléfono.
- Algunos collares están diseñados para ayudar a prevenir que los gatos cacen pájaros y otros animales pequeños.
Lea más: Un gato en su territorio
Contras de ponerle un collar a un gato:
- Los collares pueden ser peligrosos si no se ajustan correctamente o se usan productos de baja calidad. Un collar demasiado suelto puede atorarse en los muebles o en la boca del gato, y un collar de baja calidad puede ser fácilmente destrozado o cortar la piel del gato.
- Algunos gatos simplemente no se ajustan bien a los collares y pueden intentar quitárselos, lo que puede causar rasguños o heridas en la piel.
- Algunos collares pueden ser pesados y frotar la piel de los gatos, causando irritación o erupción cutánea.
Lea más: Gatos juguetones o peleones, motivo de estudio para la ciencia
Cómo asegurarte de que el collar de tu gato sea el que le conviene:
- Es importante seleccionar un collar de buena calidad, diseñado para gatos y con un mecanismo de liberación de seguridad que se activa en caso de que el collar se atasque en algún lugar.
- Asegurate de que el collar esté ajustado pero no demasiado apretado, permitiendo que el gato se mueva y respire cómodamente.
- Si tu gato intenta quitarse el collar o muestra signos de irritación o molestia, considerá sacárselo y buscar otras formas de identificación, como los microchips.
Si decidís ponérselo, cerciorate de que tu gato esté cómodo y seguro usando un collar y siempre supervisalo de cerca cuando lo use.