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La frecuencia de baño podría ser una vez al mes y los cepillados deben ser constantes para evitar la acumulación de pelo y porras que podrían llevar a problemas en la piel de tu gato o gata.
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Mucha atención con estos consejos.
Recomendaciones a la hora del baño
- Podés usar la bañera, o un recipiente que se ajuste a su tamaño.
- Es conveniente que coloques una alfombra en la superficie para evitar que tu gato se resbale con las uñas. Sus patitas y los recipientes resbalosos o incluso la bañera puede ser un gran obstáculo para el baño.
- Recomendamos las alfombras de baño que podés encontrar en las tiendas de mascotas o incluso en tiendas para el hogar.
- Procurá utilizar agua tibia (a unos 30 grados), así tu gato no pasará frío y disfrutará del agua para su piel y del baño.
- Utilizá un shampoo específico para felinos. Éste último punto es muy importante, porque los shampoos para humanos, aunque sean neutros, no respetan el PH de la piel de los gatos.
- Durante el baño, evitá el contacto del agua con sus orejas y ojos. De esta manera se disminuye el riesgo de que nuestro amigo gato desarrolle infecciones a futuro. Además, ayuda a que el mismo se sienta cómodo y más tranquilo.
- Una vez finalizada la tarea debe ser secado con una toalla con mucho mimo y cuidado.
- Si es invierno o el ambiente está fresco podés utilizar un secador para acelerar el secado, aunque el ruido que produce suele generarles inquietud y ansiedad, entonces podes probar con un secador silencioso, dejá que lo toque para que se familiarice con él.
- Cuando hayas conseguido que esté totalmente seco y tranquilo, podés darle un último cepillado para que su pelaje resulte brillante y uniforme.