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Para la doctora veterinaria Monserrat Viveros, que los canes ingieran sus heces o la de otros animales, se trata de un comportamiento natural y común, pero no por eso debemos ignorarlo o no tratarlo.
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Debemos buscar la causa y ponerle una solución. Ya que puede poner en riesgo la salud de nuestro perro.
Como consecuencia pueden ocurrir infestaciones recurrentes de parásitos intestinales o gastroenteritis. No hay estudios claros del porqué de este comportamiento pero podemos buscar la causa y tratarlos.
Once posibles causas
- Las madres ingieren las heces de sus cachorros durante las primeras semanas vida de estos, para mantener el entorno limpio. Los cachorros copian este comportamiento hasta que son adultos 9 a 12 meses de edad.
- Perros ansiosos con la comida. (rebuscan en la basura, piden comida de la mesa).
- Comportamiento exploratorio.
- Heces muy palatables, de gatos, de animales herbívoros o sobrealimentados.
- Aislamiento / aburrimiento. Se dan en perros que pasan mucho tiempo solos, que no tienen atención suficiente de los dueños, perros encerrados en lugares pequeños, perros a los que le falta actividad física, juguetes.
- Estrés por cambios repentinos. Mudanzas, bebés, soledad, otro nuevo cachorro en la casa.
- Ansiedad cuando son castigados por defecar en algunos ambientes, por miedo terminan comiendo sus heces. Lo ideal es corregir eso y premiarlos cuando lo hacen en el lugar adecuado.
- Dietas hipocalóricas.
- Deficiencia nutricional o falta de minerales.
- Algunos lo hacen para llamar la atención de los dueños y lo consiguen.
- Problemas de salud como insuficiencia pancreatica, parásitos, diabetes, problemas de las tiroides.
Seis consejos para acabar con la coprofagia
- Primero descartar un problema nutricional o médico. Para esto consulta con tu veterinario de confianza.
- Mantené la zona donde está tu perro limpia (vivienda, patio).
- Enseñar a soltar cuando lo pidas, esto va para otros artículos de la casa, zapatos, muebles, para esto podes acudir con un entrenador.
- Distribuir el balanceado 3 veces por día y darle un balanceado premiun de buena calidad.
- Se les puede poner pimienta o alguna sustancia que empeoren el sabor y este le moleste al ingerir.
- Ofrecer estímulos premiándolos cuando cambien el comportamiento. El castigo no es lo recomendable. Ya que les causa más miedo y no sería la solución.
A tener en cuenta
La veterinaria menciona que a veces nuestros peludos quieren ensuciarse con las heces, esto ocurre al quitarles el olor natural con baños y perfumes que ellos rechazan. Para evitar esto se les puede bañar con jabones sin aroma (neutros) y prescindir de perfumes.
No es una tarea fácil pero con la ayuda de tu médico veterinario, atención y constancia podemos corregirlo.