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Los pájaros de compañía no deberían estar solos. Pero quien crea que puede simular una pareja para su periquito colgando un pájaro de plástico o con un espejo en la jaula puede cometer un error, porque el animal hasta podría enfermarse.
El problema es que el ave solitaria ve al pájaro de plástico o a su imagen en el espejo como una especie de pareja sustituta, según advierte la revista especializada alemana “Wellensittich & Papageien”.
El hecho de alimentarse mutuamente forma parte del comportamiento natural de las parejas de loros y periquitos. En este caso, de acuerdo con los expertos, esto podría provocar que el pájaro solitario quiera alimentar al “pájaro compañero”.
La conducta usual es que el pájaro regurgite el alimento y se lo ofrezca a su compañero. Pero en esta situación se lo estaría brindando al ave de plástico o al espejo.
Y, por la falta de interacción, el pájaro solitario regurgitaría más o menos incesantemente alimento al querer ofrecérselo al supuesto compañero artificial.
Los expertos en aves advierten que el continuo reflejo nauseoso podría finalmente provocar una irritación de la mucosa y, en consecuencia, una disminución de las defensas inmunitarias del esófago.