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Puede ocurrir que en una mudanza el gato se desoriente y recorra el vecindario, lo que no le es nada difícil, pues es un animal que anda por los techos a sus anchas. Si en su nueva casa no recibe suficiente atención el gato busca nuevo hogar y elige a sus nuevos dueños si estos son más atentos. La comida es un factor preponderante.
La doctora Yolanda Chilavert, veterinaria, explicó que cierta desatención asociada al cambio de ambiente impulsa a buscar dueños más cariñosos.
Si no sabe de donde proviene el minino o lo encuentra en la calle proceda con mucha calma para que el animal se sienta a gusto. Lo mejor es llevarle al veterinario para desparasitarlo y practicar un control general para saber cómo se encuentra y si necesita algún tipo de alimento, si se ve desnutrido.
La profesional aconseja la desparasitación, luego la aplicación de vacunas. La antirrábica es importante pues tienen los colmillos muy filosos y fácilmente pueden morder.
La vacuna antirrábica en los gatos pequeños se aplica a los cinco meses y luego ya es anual.
La triple felina que protege contra tres enfermedades infecciosas: rinotraqueitis viral felina, calcivirus felino y panleucopenia felina se administra a los dos meses de vida gatuna, con un refuerzo un mes más tarde, y las siguientes son anuales. El veterinario determinará si necesita vitaminas.
Según se acostumbre
El gato se baña y se le limpia los dientes igual que el perro si se lo acostumbra, teniendo mucho cuidado de no asustarlo después con el secador.
La limpieza de los ambientes que son recorridos por el gato se realizan con agua, detergente y lavandina.
Averigüe en las tiendas especializadas: mordedores de esponja vegetal y rascadores sirven de entretenimiento y ayudan al uso y desgaste de uñas y dientes.
Picotea la comida
El gato puede comer poco pero varias veces al día, mantenga su plato y bebedero a disposición. Luego dormirán en los lugares más soleados en invierno.
Todo sea porque el exigente y nuevo huésped de la casa este sano y protegido.